A la sombra de la catedral

Mientras los políticos, unos y otros, se esfuerzan en caer simpáticos y eficientes ante los ciudadanos la capital vive en sus entrañas momentos de cambio. Comencemos por el complejo de Jovellanos XXI, a la entrada de la ciudad, avenida García Conde. ¿Cuando quedará libre la acera de vallas?. Tras el fracaso de la empresa constructora el complejo cayó en manos del Banco Herrero/Sabadell con el que Jovellanos XXI tenía créditos a los que no pudo hacer frente por valor de 75 millones de euros. El banco catalán con marca asturiana pasó la pelota a su división inmobiliaria mala y tras intensas gestiones en los últimos meses se está a punto de resolver la papeleta. Parece ser que a buen precio tres grupos internacionales de inversión se harán con su propiedad. Se trata del grupo Sonae Sierra, propietario de Parque Principado, y de otro en manos del astur mexicano Pérez Simon, socio en diversos negocios de Carlos Slim, accionista mayoritario del Real Oviedo. El tercer grupo es del área de la Unión Europea  y el Banco Herrero/Sabadell con tal de quitarse el muerto de encima ha sido, digámoslo así, generoso. La operación, como digo, está muy avanzada y a punto de firmarse.

El complejo Jovellanos XXI cuenta con un parking de 1.300 plazas, 40.000 metros cuadrados de bajos comerciales y unos 300 pisos que los que van a ser propietarios del complejo piensan poner a la venta a 3.000 euros el metro cuadrado. Eso sí, estos inversores internacionales ya han tenido contactos con el alcalde Agustín Iglesias Caunedo intentando obtener permiso municipal para edificar los dos edificios previstos en el proyecto inicial en solares anexos a la actual edificación ahora a medio terminar pero la primera autoridad municipal les ha pedido calma, sin comprometerse, hasta que pasen las elecciones de mayo próximo.

Oviedo, como no podia ser menos, es una ciudad en evolución y grandes firmas comerciales están decididas a instalarse en el cinturón de oro de la misma que abarca las calles de Uría, Palacio Valdés, Doctor Casal , Gil de Jaz y poco más, incluso aceptando pagar rentas de antes de la crisis. En los últimos días empresas foráneas han alquilado importantes locales en el centro; claro que lo que tiene convulsionada aVetusta es el sector de la hostelería como consecuencia no solo de la renovación de contratos en locales de renta antigua sino también la nueva normativa de terrazas que entrará en vigor dentro de unos meses. Desaparecerán las terrazas de las calles Palacio Valdés -en caso de incendio no podrían pasar los coches de bomberos- y también la de Milicias Nacionales por lo que La Mallorquina, por ejemplo, se quedará sin terraza alguna aunque parece ser que el ayuntamiento le concede un año de prórroga para desmantelarla.

El bombazo surge con la famosa cafetería restaurante “El Tizón” que desde hace muchos años regenta el dinámico hostelero Pepe Gómez. Ubicada en la calle Caveda junto a la iglesia de las Salesas hace que Pepe el del Tizón haya decidido dejar el local, al terminar contrato, buscando con el mismo nombre, por supuesto, otro que me consta ya ha apalabrado no muy lejos del actual. Volviendo a lo de las terrazas está claro que el sector local necesita una reordenación pero el ayuntamiento, la corporación que surja de las urnas en mayo, deberá tener paciencia y mano izquierda para no provocar desestabilizaciones. La patronal de hostelería que preside José Luis Alvarez Almeida acaba de tener una escisión, principalmente vinaterías de la zona de Manuel Pedregal, por culpa de la nueva normativa para terrazas. Con crisis o sin ella no me cabe duda de que Oviedo es ciudad apetecible para el sector servicios. Estar a la sombra de la catedral es un lujo y los empresarios de la hostelería y del comercio en general lo saben.



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