El periodista asturiano, Antonio Lobato, acaba de sacar a la calle su libro "Volando sobre el asfalto" en el que narra sus vivencias acumuladas durante años siguiendo a la Formula 1. Una de las vivencias que relata es la referida a la concesión, en el año 2005, del premio Príncipe de Asturias de los Deportes al pilotoFernando Alonso.
Gracias al libro de Antonio Lobato descubrimos el cómo se puede fabricar, casi sobre la marcha, un candidato ganador a un galardón Príncipe de Asturias y que,Fernando Alonso fue distinguido en el año 2005 -sin méritos suficientes- simplemente porque a su colega de carreras, Michael Schumacher, no le apetecía darse una vuelta por Oviedo a recoger el premio.
Si ocurrieron cosas así cuando mi admirado Graciano García -alma de los Premios- era director de la Fundación, no quiero pensar lo que puede estar ocurriendo ahora cuando ocupa la poltrona el asalariado del Banco Santander,Matías Rodriguez Inciarte.
En Asturias, sin salir de casa ni tener que ir a rebufo tras el dólar de la Fórmula 1, en el año 2005 ya teníamos a un deportista, Hijo Predilecto de Villaviciosa, distinguido con la Real Orden del Mérito Deportivo, premio Delfos a la calidad humana en el deporte, mejor piragüista español en los años 2000, 2002 y 2005, con más de una docena de campeonatos y otros tantos subcampeonatos del mundo, además de varias medallas de oro y plata y otros premios nacionales e innumerables distinciones. Manuel Busto Fernández, asturiano y piragüista en la élite mundial, ha sido un gran olvidado -injustamente olvidado, más aún sabiendo como se puede fabricar un candidato- de los premios Príncipe de Asturias de los Deportes.
Esperemos que con los próximos premios, que ya se llamarán Princesa de Asturias, la Fundación no se olvide de los asturianos que verdaderamente son acreedores al, casi siempre, prestigioso galardón. Ojalá que el precedente de Manuel Busto no se repita, por vivir y trabajar siempre en esta tierra, en el investigador y Catedrático del Área de Bioquímica y Biología Molecular de la facultad de Medicina de la Universidad de Oviedo, Carlos López-Otín, y en el poeta, novelista y extraordinario cuentista, Luis Fernández Roces. Los premios Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica y Princesa de Asturias de las Letras tienen sus pilotos en casa.