Hacía tiempo que tenía ganas de conocer como visitante que no como paciente el hospital que Cruz Roja de Asturias tiene en el centro de Gijón y hoy tuve esa oportunidad gracias a la gestión del vicepresidente de esta ong Francisco Fernández Corte. El gerente del mismo, el economista Pedro Herce Alvarez, tuvo la deferencia de guiarnos en una exhaustiva visita que me permitió conocer todas las dependencias de este centro, tripas incluidas. El hospital de Cruz Roja en Gijón arrancó cuando la guerra civil en este edificio, hoy ampliado y remodelado, que era propiedad del doctor Alvarezgonzález. Requisado por el gobierno de Franco pasó a la Cruz Roja quien a lo largo de estos años ha invertido en sus instalaciones importantes cantidades hasta lograr a día de hoy ser un importante establecimiento sanitario independiente de la sanidad pública asturiana pero sí complemento de la misma ya que casi el cien por cien de los enfermos que aquí son tratados provienen de la misma sirviendo por tanto de necesaria descongestión de la residencia de Cabueñes.
Con una plantilla propia de 250 profesionales más un grupo de médicos colaboradores el Hospital de Cruz Roja, cuyo lanzamiento final en cuanto a mejoras se debió a la magnífica gestión del doctor Carlos Prieto, hoy responsable del servicio de hemodiálisis de Cruz Roja en Asturias -Gijón y Oviedo-, practica 10.000 hemodiálisis al año, atiende a 1.500 enfermos con su capacidad de 140 habitaciones, realiza 8.000 intervenciones quirúrgicas al año en sus cinco quirófanos y mantiene un alto nivel de asistencia contribuyendo a la calidad sanitaria de la red, pública y privada, de Asturias considerada, peleas aparte entre la clase médica y la consejería de Sanidad, como la mejor de España.
El equipo directivo del mismo lucha de un tiempo para acá con los recortes presupuestarios a que les somete la Administración autonómica como valedora de la mayoría de sus enfermos pero se va capeando el temporal. El usuario del hospital de Cruz Roja en Gijón suele ser un asturiano de la zona central y de edad avanzada quien encuentra en el equipo de especialistas de este hospital una excelente atención. Es obvia la labor que Cruz Roja realiza en el mundo oriental y occidental de este planeta pero en el caso concreto de Asturias esta ong que actualmente preside la avilesina Celia Fernández realiza una labor altruista y solidaria no solo en el terreno sanitario a través del hospital que hoy ocupa mi atención, y de sus instalaciones en Oviedo, sino también como atención y ayuda a colectivos marginados y en situación de exclusión social desgraciadamente cada vez más numerosos según señalan todos los estudios.
Asturias es una región lamentablemente en decadencia, de lo que nuestros dirigentes no parecen darse cuenta, y es que al paso que vamos estamos a punto de bajar del millón de habitantes. Cada año perdemos más de 6.000. Seremos, como dice el slogan, paraíso natural pero ya no lo somos para los emigrantes y también para una parte de nuestra colectividad que, especialmente jóvenes y universitarios, han de hacer la maleta para irse lejos de nuestra tierra en busca de trabajo y subsistencia.
Creo, por tanto, que es bueno que los asturianos que ya definitivamente por razones de edad y gobierno estamos atados a esta tierra -fortuna que tenemos, por supuesto- valoremos la labor que las ongs realizan, caso de Cruz Roja. Lo dicho, toda una experiencia, y muy positiva, mi visita hoy al hospital que tiene en Gijón. Y además sin goteras.