Ayer noche 930 personas llenaron los distintos salones del hotel de La Reconquista para asistir a la entrega del premio “Ovetense del año” que organiza la revista “Vivir Oviedo” de Santiago González Alverú al alcalde de la ciudad Agustin Iglesias Caunedo. Ante la entrada principal, bajo la fuerte lluvia, un grupo de trabajadores pedía a gritos la readmisión en el emblemático hotel, propiedad del Principado y de Liberbank y ahora alquilado por un montón de años al grupo Eurostars a través de la filial Opalo Hoteles. Los manifestantes no podía acercarse ya que la policía colocó unas vallas preventivas como cuando los Príncipes de Asturias se alojan en dicho establecimiento para presidir la entrega de los premios de la Fundación hoy Princesa de Asturias. La verdad es que las protestas de este pequeño grupo de empleados no me pareció preocupante pero allí se presentó el director general de la Policía Ignacio Cosido en compañía del delegado de Gobierno Gabino de Lorenzo. Pero, claro, que cosas escribo, Cosido venía al homenaje al alcalde de Oviedo de quien es un buen amigo, como vino el alcalde de Léon, el eurodiputado Carlos Iturgaiz y otros directivos del PP de las provincias limítrofes y de Madrid.
En cada mesa un pequeño detalle de Agustín Caunedo -sus asesores quieren que fije como marca en la campaña la palabra Caunedo, a secas- consistente en un pin muy original configurado con las palabras”OVD” y la inscripción en la cajita: “Pasión por Oviedo”. Por supuesto nadie de la oposición. Lo más aproximado quizás era el abogado Juan Cofiño que fue consejero de un gobierno socialista y hoy es alto ejecutivo de Telecable. Hombre, también, rizando mucho el tema, el relaciones públícas Nicanor Fernández al que, la verdad, se le escapan pocas cosas en la ciudad.
En la mesa presidencial el alcalde estuvo flanqueado a su derecha por la directora de La Nueva España Angeles Rivero y a su izquierda por el presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo Fernando Fernández-Kelly. Al presidente de FADE Pedro Luis Fernández ni estaba ni se le esperaba, cubriendo su ausencia el director general Alberto González. Por supuesto sí asistió, aplaudiendo con ganas, el ex concejal Jorge Menéndez Vallina, presidente del Real Oviedo y es que el ascenso está a la vuelta de la esquina. En el salón principal se encontraban los padres del alcalde y en la mesa presidencia su novia Gema Lana. Puede que haya boda en cuanto pasen las elecciones. Lo cierto es que en este multitudinario homenaje ni estaban todos los que son ni son todos los que estaban. Quiero decir que no asistió, por ejemplo, el concejal Jaime Reinares, prácticamente con las maletas hechas, ni el arzobispo ni el obispo auxiliar. Curas ni uno pese a que la religión católica vuelve a las aulas que no a los ayuntamientos.
La telegénica Arantxa Nieto presentó el acto por segundo año consecutivo. La violinista y cantante ovetense con residencia en Londres Cristina Gestido glosó la figura del alcalde sin darle coba, haciendo hincapié en la necesidad de que la cultura ocupe de una vez por todas, sin IVA a ser posible, el lugar que demanda en la sociedad. Como colofón cantó una canción con sabor celta y en inglés. Tras ella, 25 minutos de discurso de Agustín Iglesias Caunedo. Fue toda una declaración programática como inicio oficioso de la campaña electoral. Seguramente aleccionado por Mariano Rajoy criticó las aventuras ideológicas, la actuación de grupos extraños y expresó su amor por Oviedo, la mejor ciudad del mundo mundial no sin antes pedir la liberación de su colega Antonio Ledezma, alcalde de Caracas -fuertes aplausos-, además de tener un recuerdo solidario para con los trabajadores en conflicto del propio hotel de La Reconquista y también con los de la fábrica de armas de Trubia. No se me escapó la frase en la que promete dar una solución definitiva a la depauperada plaza de toros. Seguidamente recibió de manos de Floro, presidente del Proyecto Hombre, la estatuilla diseñada por el artista asturiano Amador. La banda de gaitas de Oviedo nos puso a todos de pié al interpretar el “Asturias, patria querida”.
Al salir como siempre pasa en esto actos descubro a amigos y conocidos. Tina Gutiérrez, Tomás Casado, el padre Angel, Alfredo Canteli, Luis Fernández-Vega, los senadores populares Isidro Fernández Rozada, definitivamente con cara de abuelo primerizo, y Mario Arias, el director de la Escuela de Minas Francisco Blanco Alvarez, la cronista oficial de la ciudad Carmen Ruíz-Tilve, Carlos Rodríguez de la Torre que aún no se ha decidido a encabezar la lista del PP para el ayuntamiento de Avilés, la directora de la Fundación Princesa de Asturias Teresa Sanjurjo y el empresario pixueto con raíces en México Alfredo Rodríguez Cuervo a quien en breve le tenemos preparada una agradable sorpresa. El alcalde de Oviedo ha iniciado ayer, aprovechando el multitudinario homenaje, su campaña electoral. Ha comenzado bien, veremos a ver como termina.