Se acabó el luto

Finalizó la semana de la moda. La New York Fashion Week atrae las miradas de mundo, sobre todo el femenino. Este año los diseñadores y las diseñadoras presentaron sus inventos destinados a una mujer trabajadora que no tiene tiempo para sus tareas domésticas, que ama a su marido, pero que quiere estar guapa durante todas las horas del día, sobre todo en su jornada laboral por cuenta ajena. Una mujer claramente total y protagonista de su propia vida.
Es todo lo contrario a la New York Fashion Week del pasado año. Entonces los diseñadores buscaban vestir al ama de casa dedicada de lleno a las tareas domésticas, con aspiraciones a un trabajo por cuenta ajena, que pasaba sus horas echando de menos a su ausente marido, inquieta, segura de si misma y con temperamento; una mujer que no ponía reparos al luto, pero con ideas de colores alegres y con tiempo para disfrutar del clima. Muy suya e independiente.
En España, Isabel Preysler, animada por una de sus hijas de uno de sus tres maridos, Ana Boyer, crea su propia marca de cosméticos, se llamará algo así como "My Cream". La Preysler, tan Fashion ella, está en contra de la utilización del Photoshop, es algo que menosprecia a la verdadera mujer, a la que se siente segura de sí misma, a la trabajadora, a la independiente, a la que debe dar ejemplo de madre coraje en las tiendas de gres mediterráneo.

A la Preysler, tan metamórfica ella, no le gusta el Photoshop, a ella le basta -tal vez desde hace cuarenta años- una búsqueda anual de la eterna juventud con anestesia y quirófano incluidos y a los 65 años (ahora anda por los 64) una ITV, perdón: una ITC (Inspección Técnica Corporal) para comprobar que todas las piezas estén en su sitio. Después ya veremos. Se acabó el luto. Todo muy Fashion.



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