Apaga y vámonos

El próximo día cuatro de marzo, a las 10,00 horas, en el hotel Ayre de Oviedo el grupo “Asturias punto de encuentro” celebrará un desayuno coloquio en torno a la ponencia de Antonio Garrigues Walker, presidente de honor del despacho Garrigues, “Las nuevas obligaciones y las nuevas oportunidades empresariales”, acto que patrocina Liberbank muy al estilo de los que se celebran en Madrid. Antonio Garrigues es una de las mentes más lúcidas en cuanto análisis empresariales y políticos de nuestro país por lo que escuchar esta ponencia vendrá que ni al pelo para nuestros observadores, tan necesitada está Asturias de orientaciones que contribuyan a señalar el camino correcto de la recuperación. No faltaré.

Pero mi comentario de hoy va en otro sentido aunque al final todos los caminos coinciden en Roma y es que el mundo audiovisual y de la comunicación continúa sin levantar cabeza en nuestra región y me explico:  El productor asturiano Juan Gona que tuvo el valor de construir en el polígono de Argame (Morcín) uno de los mejores estudios de España para la filmación de películas y series de televisión, además de servir como escuela de aprendices, ha tenido que entrar en situación concursal y la hermosa aventura terminará, ya lo está, en manos de las entidades bancarias Liberbank y Sabadell/Herrero. Estamos hablando de un montante de seis millones de euros a los que no ha podido hacer frente Gona abandonado en tan bella aventura por una Asturias que cada vez tiene menos capacidad de reacción y de inversión. Ni tenemos banca propia, ni medios de comunicación propios y nuestro empresariado es muy endeble.

Cuando hace unos años Juan Gona se lanzó a esta aventura el entonces presidente del Principado y su círculo de asesores le prometieron el oro y el moro para que construyese este complejo que en una primera fase fue visitado para hacerse la fotografía de turno y salir en los periódicos por las autoridades más representativas de nuestra autonomía. Alli, en Argame, le prometieron que filmaría series y que en concreto el entonces ente público RTPA daría trabajo en las nuevas y magníficas instalaciones. Pronto el productor comprendió lo que era la soledad del corredor de fondo, logrando con su único esfuerzo personal realizar algunos cursos de formación audiovisual y también filmar  de su bolsillo una película, “Los muertos no se tocan, nene”, pero nada más. La RTPA, metida en líos laborales y abriendo concursos a productoras de media España -¿Por qué no aprenderemos en estos temas de catalanes, vascos o gallegos?- nunca se acordó de Argame salvo en el último trimestre del pasado año en que le contrató un programa matinal de entretenimiento dirigido por el periodista Luis Mugueta y presentado por Pedro Laguna que, sin que sepa las razones, el 31 de diciembre pasado pasó a mejor vida.

Lo de Gona es muy importante pero antes numerosas pequeñas productoras de audiovisuales pasaron a mejor vida en el Principado. Solo Zebrastur, del asturiano José Velasco, resiste con un excelente funcionamiento al servicio de la RTPA y fundamentalmente porque dispone en Tudela de la Agueria de un estupendo edificio propiedad del ayuntamiento de Oviedo y que el entonces alcalde Gabino de Lorenzo le cedió para sus filmaciones durante veinte años de manera gratuita lo que, por tanto, aminora bastante los costes a esta dinámica empresa. La Administración asturiana nunca ha acertado en este tema. Primero Vicente Alvarez Areces, un poco megalómano. Como ocurrió con el Niemeyer no llegó a cumplir sus promesas; luego Francisco Alvarez-Cascos pegó un buen recorte a la RTPA y ahora Javier Fernández, que quiere las aguas tranquilas pero no a cualquier precio, mantiene al que era ente público que ahora ha pasado a ser sociedad anónima, en un tono bajo que si me apuran ni se le oye.

Nuestros oportunos y avispados diputados acaban de aprobar en la Junta General del Principado por unanimidad un proyecto de ley para resucitar el organismo Film Comission asturiana con la intención de que se encargue de gestionar, informar y hacer posible proyectos cinematográficos y audiovisuales. Ja. Film Comission no es algo nuevo, ya estuvo creado en el 2009 precisamente bajo la batuta del hoy senador Vicente Alvarez Areces siendo su directora Marichu Fernández-Corugedo, que además residía en Madrid. El caso es que no funcionó y como tantas otras cosas en nuestra autonomía fue diluyéndose con el tiempo hasta desaparecer.

En cuanto a los medios de comunicación hay importantes tensiones laborales en nuestros dos principales periódicos, “La Nueva España” y “El Comercio”, en la emisora decana “Radio Asturias” y una publicación agresiva e interesante que viene luchando contra viento y marea desde hace unos años, la revista Atlántica XXII dirigida por Xuan Cándano anuncia que si en el plazo de unos días, no más de diez, no consiguen 20.000 euros desaparecerá. Hasta el momento el dramático llamamiento a lectores, anunciantes e instituciones solo ha conseguido recaudar 5.000 euros. Un excelente diario digital, Asturias 24, con solo unos meses de existencia, editado por Alvaro Díaz Huici de editorial Trea también pide ya a los lectores aportaciones económicas, vamos que el panorama con más nubarrones no puede estar. Como único y encomiable brote verde está la aparición de la publicación en papel mensual y en internet de “La Voz de Trubia”. Los periodistas Blanca García y Fernando Romero están más que dispuestos a tirar de este modesto pero interesante carro informativo. La raza nunca se extingue.



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