Continúa cual si de un mal vodevil se tratase el paso de personalidades por la comisión creada al efecto en la Junta General del Principado para dar con el origen de la fortuna del ex sindicalista José Angel Fernández Villa. Lo único positivo para las señorías que pertenecen a la misma, presidida por el único diputado de UPyD, Ignacio Prendes, es que además de salir gratis en los medios cobran dieta. No soy Sherlock Holmes, aunque debían de convocarlo, pero estoy en condiciones de opinar que jamas se conocerá el origen de los 1,4 millones de euros ahorrados por el ex sindicalista salvo que el propio Villa o su familia se decidan hablar. A efectos de Hacienda nada se puede decir: Acogido a la amnistía fiscal que Cristóbal Montoro tan oportuno se sacó de la manga, a efectos legales no se le puede pedir explicaciones respecto al origen de la misma. Además, el río de declaraciones, la mayoría a la defensiva y mirando para otro lado, efectuadas por los testigos hace que no tengan efecto práctico alguno. Ninguno de los declarantes, incluido Antón “el de la boina”, han aportado documentos tendentes a encontrar el origen, que no la culpabilidad, eso queda para los tribunales, del ex minero del pozo Candín.
Da igual que el que declare sea del PSOE, del PP o del Sporting de Gijón. Todos se tientan la ropa y solo algunos sacan a relucir, más bien cara a los periodistas, los odios y frustraciones contenidos todos estos años contra el que, dicen, mandó en Asturias más que los propios presidentes de la autonomía. Insisto habrá que contratar a un investigador privado de primera división como única posibilidad de conocer la verdad. En el caso del ex presidente del Montepio Minero José Antonio Postigo, más de lo mismo. Su sucesor en el cargo, Juan José Pulgar que también es del SOMA, ya ha dicho, desdiciéndose de sus primeras declaraciones nada más tomar posesión del cargo, que las cuentas de la mutualidad están bien, que no ha encontrado desajuste alguno y, por tanto, pelillos a la mar.
Que hay mucha verdad oculta, ¡Cómo no!. Por la comisión ya han pasado los tres últimos presidentes de HUNOSA, donde Villa y su sindicato tuvieron tanto que decir. Han sido Luis Tejuca, Juan Ramón Secades y Teresa Mallada. Discretos y hasta desmemoriados en sus declaraciones. Si hasta lo estoy yo que estuve 16 años como responsable de comunicación de la citada empresa pública cuando aún tenía 25.000 trabajadores, pero, claro, ahora va directa a su extinción -año 2018- y con apenas 1.700 empleados ya pinta poco en el tejido empresarial, laboral y sindical del Principado y en el fondo cada vez preocupa menos a la opinión pública.
El poder de Villa, o mejor dicho, de los sindicatos representativos en HUNOSA, surgió en la época de José Manuel Fernández Felgueroso como presidente de la misma, gobernando UCD. En la negociación de un convenio accedió a crear el agrupamiento de las horas sindicales -“la chequera”- lo que dio a los dirigentes sindicales un gran poder ya que podían distribuir a sus afiliados las libranzas del trabajo y otras prebendas a su justa o injusta discreción. Pero ello es historia, ya lejana, y ni el propio PSOE puede arreglarlo a estas alturas.
En definitiva, esta comisión va a lograr, eso sí, que los partidos políticos y sus diputados dejen plumas en el corral del parlamento y tal cosa a muy pocas fechas de unas elecciones autonómicas les es muy peligroso.
Leo que el non nato candidato a la presidencia del Principado del partido político Ciudadanos, el abogado Francisco Gambarte, ha dimitido al verse atacado en las redes sociales por unos desafortunados mensajes que hizo sobre Cataluña y los catalanes. Lo siento. El que fue tesorero de la junta directiva del Colegio de Abogados de Oviedo ha reaccionado rápidamente para no perjudicar a su partido apenas implantado en Asturias demostrando con esa actitud tener personalidad. Ciudadanos, que mantiene al ingeniero Luis Pachón como candidato a la alcaldía de Oviedo, deberá de buscar rápidamente otro candidato. Ahí tienen al empresario Raimundo Abando Tartiere, residente en Avilés, y que hace meses lanzó con fuerza, aunque ahora la ha perdido, una tertulia llamada precisamente “Ciudadanos por Asturias”. Desencantado de la derecha, que es lo suyo, esto es, del PP y de Foro, tendría una perfecta cabida en el partido de Albert Rovira que aspira a obtener tres escaños en el parlamento asturiano, llevándose por delante al de UPyD.