El día 28 del próximo mes de marzo se cumplirán cinco siglos del nacimiento en Ávila de Teresa de Jesús. La iglesia católica española y diversas fundaciones e instituciones van a conmemorar por todo lo alto la efemérides. La Conferencia Episcopal, el Gobierno y la Casa Real quisieron contar con la presencia del Papa Francisco en nuestro país y transmitieron al Vaticano sus correspondientes invitaciones.
Y el Vaticano ya ha contestado. Francisco Bergoglio no vendrá a España -coincide el V centenario de Teresa de Jesús en el año de las elecciones municipales, autonómicas y generales- porque no quiere interferir en los procesos electorales. Las mismas circunstancias concurren en su propio país, Argentina.
Una decisión acertada a todas luces y digna de elogio, y que echa al traste la parafernalia propagandística preparada, aprovechando el V centenario de la mística, por los sectores más retrógrados tanto de la iglesia española como del Partido Popular.
Este año el Papa Francisco tiene previsto visitar países como Bolivia, Paraguay, Ecuador, Uganda y la República Centroafricana. A España cuando pasen las elecciones y cuando se limpien las alcantarillas de la iglesia, empezando por las de Granada.