Asturias, ya se que nuestra orografía es difícil, no tiene suerte con las obras referidas a sus infraestructuras. Generalmente quedan a medio hacer durante años como consecuencia de los escasos recursos de las distintas administraciones y del poco peso que tiene nuestra autonomía en el concierto nacional. Un ejemplo de la incapacidad de los dirigentes políticos para acabar lo que prometen es la llamada autovía del interior, a medio hacer y desde hace años abandonada en alguno de sus tramos. Es la autovía interior entre Oviedo-Valdés pasando por Cornellana y La Espina.
La autovía en cuestión fue programada por el ministerio de Fomento a propuesta de los sindicatos con el apoyo de los concejos afectados y de más de 10.000 firmas de residentes en el territorio afectado. Pasados más de 10 años desde la aprobación de los proyectos las obras de la misma se paralizaron en el 2009 por decisión del ministerio que argumento la crisis económica. Como consecuencia de la desidia de la administración acaba de surgir una plataforma ciudadana en defensa de la reanudación de las obras. Dicha plataforma ciudadana, abierta y solidaria, considera que, dada la anunciada mejoría de las bases económicas y presupuestarias, es el momento de retornar con vigor los proyectos y las comunicaciones asturianas básicas, tal es el caso, reclamando con energía la reanudación de las obra hasta su finalización y reunión con la Transcantábrica A-8 como requisito básico para seguir en la lucha por el bienestar, el desarrollo y el crecimiento económico.
El portavoz de la plataforma, que ha comenzado a moverse por los ambientes de nuestra autonomía y de fuera de ella, es José Manuel Arias Guillán, y hasta el momento han firmado el manifiesto de apoyo Arturo Gutiérrez de Terán, arquitecto; Aladino Fernández, doctor en Geografía; Leopoldo Tolivar, catedrático de Derecho Administrativo; Francisco González Rodríguez, catedrático de Economía Financiera; Joaquín Díaz Alonso, catedrático de Física Teórica; Manuel Fernández de la Cera, catedrático de instituto; Jesús Landeira, farmacéutico de Valdés; Manolo García Linares, artista plástico; Carmen Menéndez, periodista de la agencia EFE; Ramiro Lomba, economista director de SADEI; Valentín Fernández Rico, economista de Rico Consultores; Carlos Manuel Rodríguez, presidente de CAFENTO; Benjamín Alba, presidente del grupo ALVEMACO; Laureano Víctor García, presidente de las Asociaciones del Camino de Santiago; Bertino Velasco, presidente de la Central Lechera Asturiana; Francisco Rodríguez, presidente de Reny Picot; Fernando Luna, director de Danone (Salas); Manuel Cosmen Adelaida, presidente de ENCOSA; Fernando Fernández-Kelly Escudero, presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo; Felix Baragaño Suárez, presidente de la Cámara de Comercio de Gijón; Francisco Menéndez Díaz, presidente de la Cámara de Comercio de Avilés; Luis García García, de Pellets Asturias; y Pedro Luis Fernández, presidente de FADE.
Como ven, poderosas fuerzas representativas del Principado que no dudan en iniciar acciones tendentes a despertar a nuestros dirigentes y a la propia opinión pública asturiana y nacional en busca de que las obras de la autovía del interior se reanuden. De manera inmediata la plataforma en cuestión explicará por los concejos de centro occidente las razones de esta iniciativa solicitando el apoyo de los ciudadanos mediante recogida de firmas. Las alas asturianas, cada vez más despobladas, nunca han tenido la atención adecuada para que su hábitat sea confortable para vecinos y empresas. Probablemente el único presidente de nuestra autonomía que quiso ser justo con las mismas y ocuparse por tanto de su desarrollo fue el primero, Pedro de Silva y Cienfuegos Jovellanos pero aunque hizo lo que pudo en sus ocho años de mandato evidentemente no fue suficiente. Naturalmente que se está a tiempo de enmendar errores pero nuestros dirigentes no parecen estar por la labor. Ahí están los 26 años en que se ha tardado en finalizar la autovía del Cantábrico, lo que se va a tardar en que la alta velocidad, que ya no el AVE, llegue a nuestra región, y lo lentos que van muchos otros proyectos como los accesos a El Musel, los polígonos industriales a medio construir, caso del de Bobes, y otras más.
Hay que apoyar, por tanto, esta plataforma a ver si ahora que estamos en un año de elecciones dirigentes y opositores atienden las necesidades de una autonomía uniprovincial, pequeña y muy afectada por la crisis que como el cangrejo va para atrás aunque alguna vez intente dar pasos hacia adelante.