Perico Fantasía tuvo uno de esos sueños que entran dentro del género de la pesadilla angustiante. Soñó que un mago al que él había ofendido no sabía con qué ni cómo, le había castigado convirtiéndole en serpiente. A la mañana siguiente, cuando despertó, vio que en el suelo de su dormitorio había la muda de un ofidio.
A partir de este preocupante hecho Perico Fantasía fue de psiquiatra en psiquiatra sin que ninguno de ellos le diese una explicación convincente y mucho menos una esperanza curativa. Sin embargo consideró que había experimentado una notoria mejoría cuando una noche soñó que él era una naranja y, a la mañana siguiente encontró al pie de su cama la monda de una de estas frutas.
Lo que nunca más volvió a hacer Perico Fantasía fue acercarse a un circo que entre su elenco de artistas tuviera un mago.