El Gobierno del Principado bajo la firme batuta de su presidente Francisco Alvarez-Cascos acordó hoy la concesión de las medallas de Asturias que serán entregadas con motivo del día de nuestra comunidad autónoma a principios de septiembre. A la vista de los elegidos no cabe duda de que el jefe del Ejecutivo asturiano aplica un agradecimiento histórico interesante como homenaje, creo yo, a figuras políticas que fueron decisivas en el arranque de nuestra pre autonomía. Estoy seguro incluso que algunos de los distinguidos ni los conocieron algunos de los actuales consejeros de Alvarez-Cascos, dada su juventud. Ha habido dos medallas de oro: A título póstumo para el presidente de la pre autonomía Rafael Fernández que supongo será recogida por su viuda Belén y que a buen seguro habrá emocionado a Rafael Fernández hijo que actualmente vive en Gijón y cuya afiliación a Foro Asturias en vísperas de las elecciones fue todo un bombazo para la opinión pública asturiana. Y por cierto, que sepa no ha sido recompensado con cargo de confianza alguno. Así me gusta. La otra medalla de oro es para el diplomático Alberto Aza que a sus 70 años se retira como jefe de la Casa Real. Sin tener la personalidad arrolladora y comprometida con Asturias de su antecesor Sabino Fernández Campo, este diplomático nacido circunstancialmente en Tanger pero de Lena de toda la vida ha realizado una labor discreta y eficaz en la Casa Real apoyando siempre, en la medida que le estuvo permitido, los premios Príncipe de Asturias y la fundación que los convoca.
Y tras el oro, la plata. Con la salvedad, que se me escapa, de la personalidad de Blanca Alvarez Pinedo, ex directora del Archivo Histórico Provincial, el resto son para ex políticos de las distintas tendencias que jugaron un papel muy importante en la transición de la dictadura a la democracia reunidos entonces bajo el paraguas de un Rafael Fernández que fue modelo de gestión y saber hacer político. Me refiero a Emilio García-Pumarino de UCD, una de las cabezas mejor amuebladas que he conocido en materia jurídica, excelente negociador y con una visión envidiable de por donde tenía que ir la autonomía asturiana; en concreto, nuestro estatuto. Aunque AP y el CDS le quisieron fichar tras el desmembramiento de UCD, se retiró al terreno profesional como registrador de la propiedad que es en el que ha permanecido inalterablemente todos estos años. Ahora tiene una hermana, Cristina, concejala en el ayuntamiento de Oviedo, por Foro Asturias como no podía ser de otra manera. Medalla de plata también para Jesús Sanjurjo que fue el primer secretario general de la FSA, muy protegido por Rafael Fernández en aquellos ya lejanos años y del que se puede decir que con él arranca el conocido como clan de los Kennedy en Gijón. Aunque entonces muy joven Sanjurjo se dió pronto cuenta de que no era de recibo vivir toda la vida de la política y echandole más valor que El Guerra entró a trabajar en DIRSA colocando como simple operario lunas y cristales por los comercios de la ciudad. Como siempre andan por ahí caza talentos que se dan cuenta de lo que vales le ficharon para recursos humanos de la Thyssen en donde creo continúa. También medalla de plata para el sindicalista y político Gerardo Iglesias -el único que en su momento tuvo el valor de subirse a las barbas de Santiago Carrillo como fundador y secretario general que fue de Izquierda Unida- y a quien Francisco Alvarez-Cascos profesa un gran afecto hasta el punto que el día de su toma de posesión nada más ver al concejal ovetense Emilio Huerta“Triqui” le preguntó por Gerardo al que, le dijo, deseaba saludar cuanto antes. Un Gerardo, por cierto, que en su día también le echó valor regresando a su puesto de picador en el Pozo Polio donde sufrió un grave accidente en la espalda cuyas secuelas aún sufre. De la cosa pública nunca más quiso saber. Vamos, para quitarse el sombrero. Y a título póstumo habrá medalla de oro para el catedrático de Administrativo de la Universidad de Oviedo Juan Luis de la Vallina Velarde, uno de los fundadores de Alianza Popular que orientó al presidente de Asturias con eficacia paternal por los vericuetos de la política en la recién estrenada democracia de aquellos años. Su hijo mayor, que es abogado del Estado, acaba de ser nombrado por Alvarez-Cascos para una importante dirección general del nuevo gobierno autonómico.
En cuanto a hijos predilectos, el presidente del Principado ha decidido que sean José Ramón Alvarez Rendueles, ex presidente de la Fundación Príncipe de Asturias, el empresario Juan Cueto Sierra que es un importante empresario en Chile propietario, entre otras compañías, de la línea aérea Lan Chile, y al también empresario y presidente del Centro Asturiano de Buenos Aires José Antonio Nespral quien, pro cierto, se encuentra estos días en Asturias. No debemos de olvidar que en las próximas e inminentes elecciones generales los votos de la emigración pueden dar un diputado a alguna de las formaciones políticas que concurran a ellas. Y, lógico, Alvarez-Cascos lo sabe.
En fin, en Foro Asturias el que se mueva no sale en la foto, de ahí que no me sorprenda que las tempraneras vallas publicitarias que han colocado por Asturias además del eslogan “Más Asturias, mejor España” vaya una gran foto del líder aunque éste naturalmente no irá en la candidatura. Veremos a ver a quien coloca de número uno. Dócil, por supuesto, tiene que ser