En una visita relámpago el presidente de la nación Mariano Rajoy inauguró el último tramo en construcción de la autovía del Cantábrico en el Principado de Asturias en presencia de los presidentes de nuestra comunidad autónoma y de Cantabria donde aún queda un tramo en obras, en la zona de Torrelavega. Los que no habrán quedado muy contentos ya que no salieron en la “caja tonta” fueron los políticos del PP, del PSOE y de Foro que asistieron al acto -no acudió nadie de IU- ya que según pude comprobar en los informativos de las 20,30 horas de la TPA solo aparecieron Javier Fernández y Mariano Rajoy sin que emitieran plano alguno de los presentes si bien, gracias a “El Fielato”, me entero que sí estuvieron los senadores Mario Arias, Isidro Fernández Rozada, Vicente Alvarez Areces e Isidro Martínez Oblanca, el diputado residente en Madrid Ovidio Sánchez supongo que ya en plan de despedida, el diputado socialista Alejandro Vega, el diputado Antonio Trevín, la diputada de Foro Marina Huerta, los alcaldes de Rivadedeva, Cangas de Onis, Llanera, Llanes y Villaviciosa, así como la lideresa del PP asturiano Mercedes Fernández tan elegante como siempre.
Tengo la sensación que sobre el monolito colocado para el acto inaugural flotaba el aire hoy crítico del ex vice presidente del gobierno de José María Aznar y ex ministro de Fomento Francisco Alvarez-Cascos que, ciertamente, no tuvo el valor de acudir a la inauguración aunque si lo hicieron varios representantes de su partido. Es más, mi espía preferida, la XPXIII, me comenta que en un momento determinado Mariano Rajoy preguntó si por allí no andaba el único diputado de Foro en el Congreso, Enrique Alvarez Sostres, pero no, tampoco apareció. Si escuché por la tarde en una emisora declaraciones del general secretario Francisco Alvarez-Cascos critican a los gobiernos socialistas, en concreto a los ex ministros de Fomento, Maleni y Pepín Blanco, así lo dijo, y también a los gobiernos del PP por haberse olvidado de acelerar estas obras de la autovía que han durado 26 años.
Javier Fernández cumplió con su obligación y con ese tono cadencioso que le caracteriza -parece que está pidiendo perdón- reivindicó ante Mariano Rajoy nuestras asignaturas pndientes. Citó textualmente la autovía Oviedo-La Espina y los accesos a El Musel. El presidente del gobierno de España le devolvió la pelota sin mucho entusiasmo diciendo que Fomento tiene consignados en los presupuestos del Estado del 2015 para Asturias 500 millones de euros, o sea, 500 euros por habitante.
No hubo corte de cinta porque no hubo cinta, se descubrió el monolito y como coro de fondo se escuchó la protesta de trabajadores en paro exhibiendo alguna pancarta de Podemos. Mariano Rajoy que dio media vuelta para dirigirse a su tierra, Galícia, donde pasará unos días de vacaciones, pronto volverá al Principado ya en campaña electoal. No creo que con la que está cayendo se atreva a dar un mitin en el Calatrava pero el PP en ese matrimonio político que tiene con el PSOE, según hoy mismo manifestó el coordinador general de IU Manuel Orvíz, seguro que intentará apuntalar los votos en las autonómicas y, por supuesto, la alcaldía de Oviedo, esa perla, así la calificaba el que fue presidente de la pre autonomía Rafael Fernández, a la que aspiran a gobernar los socialistas lo que no hacen desde los ya lejanos tiempos de Antonio Masip.
Claro que me imagino que esta temporada a Mariano Rajoy le suenan los oídos con las frases que un día sí y otro también le dedica en las emisoras sor Lucia, la monja twitera. La escucho explicar como en Semana Santa el obispo de Teruel la vetó como pregonera pero también dijo que el año pasado le había ocurrido lo mismo en Oviedo donde Jesús Sanz la prohibió hablar. ¿Será que no es demócrata el arzobispo de Oviedo?.