El #Reconquista, un hotel gafado

Estaba visto, que mala suerte tenemos los asturianos. El pasado 12 de agosto la empresa catalana HOTUSA a través de sus filial Opalo Hoteles se hizo con la gestión de nuestro hotel más emblemático, el Reconquista, para un montón de años tras haberse ido Melia y no querer saber nada el Principado propietario del mismo junto con Liberbank a través de la empresa pública HOASA que ahora ha quedado durmiente, contemplando impertérrita como este hotel, el primero de cinco estrellas que hubo en Asturias, se hunde en la mediocridad y el conflicto.

Al Principado la marcha de Meliá, tras haber chupado lo suyo durante años, le cogió con el pie cambiado y tuvo que sacar a concurso público la adjudicación del Reconquista quedando desierto la primera vez y cogiéndolo HOTUSA la segunda, incluí­dos los 65 trabajadores que así pasaron de la empresa pública HOASA a HOTUSA. Pero su gozo, y el de los asturianos, en un pozo. Inmediatamente comenzaron las represalias y los conflictos entre el personal y la dirección que corre a cargo de José Maria Barran. Hubo prejubilaciones pero no se contrató a nadie con experiencia para renovar la plantilla y que contribuyese a la revitalización del hotel. Es más, el di­a de la entrega de los premios Príncipe de Asturias la dirección contrató a becarios y alumnos de la escuela de hostelería para servir el regio coctel.

A los 18 di­as de hacerse con la gestión el nuevo grupo de origen catalán despidió a la jefa de calidad con el argumento de que era un puesto que no era necesario y eso que el compromiso cuando se firmó el contrato era el de respetar la plantilla. De ahí­ a cerrar de manera indefinida la cafeterí­a que da a la calle Ventura Rodríguez solo han pasado unas fechas. Ayer mismo la dirección despidió a cinco trabajadores, primeros de una serie de ellos que pueden llegar a 30. Las relaciones entre el comité de empresa y la dirección están rotas y Opalo busca con urgencia abogados laboralistas en Oviedo que les ayuden a terminar con los “revoltosos”.

Los representantes de los trabajadores han acudido al Principado encontrándose con las puertas cerradas -el consejero Graciano Torre y el director regional de Turismo Julio González Zapico que sigue siendo presidente de HOASA, empresa pública cuya única misión es a través de dos técnicos vigilar la marcha del contrato firmado por Opalo ya que el director Faustino González pasó a mejor vida laboral, esto es, fue también cesado. El comité de empresa si se entrevistó, lógicamente con el director de Trabajo Antonio González Fernández, al que expusieron todas las anomalías que la nueva empresa está haciendo como si tuviera interés en hundir tan emblemático establecimiento. A ello se unen las denuncias que han presentado contra la dirección en la Inspección de Trabajo, varias de ellas por acoso laboral, pero si quieres arroz Catalina, hasta ahora, nada de nada. La situación es tan kafkiana que acaban de despedir a uno de los cocineros que precisamente le tocaba pre jubilarse el próximo dia 27.

La verdad es desde que la esposa del anterior jefe de Estado, Carmen Polo, inauguró el hotel, antiguo hospicio, allá por 1972 gracias a las gestiones del entonces presidente de la Diputación José López Muñiz, el último gran gestor que tuvo la Asturias moderna, nunca este establecimiento ha tenido suerte, ni con las empresas que se han hecho cargo de su gestión ni con los directores que pusieron al frente del mismo, salvo alguna rara excepción. Gobernada nuestra autonomía por los socialistas salvo dos breves plazos, cuando Sergio Marqués y Francisco Alvarez-Cascos, nunca la izquierda oficial del Principado se ha caracterizado por su eficacia a la hora de gestionar las empresas públicas y organismos empresariales de ella dependientes.

Otro ejemplo sangrante es la constructora SEDES a la que ahora se aboca a una solución que aunque nos la venden como buena a mi personalmente me huele a chamusquina. ¿Cuantos años estará en el olvido el solar sito en la calle de General Elorza, antes lugar donde estuvo la consejerí­a de Sanidad?. SEDES recibió órdenes de derribar rápidamente el edificio y es que el espíritu de “La Madreña” flotaba sobre el Principado. ¿No hubiera estado mejor aprovecharlo para dependencias de Justicia?. El Ejecutivo lo ha dicho alto y claro: No hay dinero para unificar las distintas dependencias de Justicia hoy desperdigadas por varias zonas de la capital.

En fin, volviendo a lo que nos ocupa. El hotel de la Reconquista se viene abajo y los responsables de esta Asturias en decadencia, como es habitual, mirado para otro lado.



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