Leo que ha descendido el número de viajeros que utilizan los autobuses públicos. No me extraña a la vista de la integración del concejo de Oviedo en el consorcio de transportes. Al menos para los ciudadanos ovetenses tal integración ha supuesto un aumento de quince céntimos el precio del billete en ciudad mientras la nueva tarjeta de abonos del consorcio tiene el pequeño detalle de que si nos gastas los viajes -mínimo de diez- en un mes, los pierdes. Encima TUA, la empresa concesionaria, tiene problemas laborales y sus trabajadores se reunirán esta noche en asamblea para ver si mantienen o no la convocatoria de huelga. Claro que la oposición municipal, el PSOE, está mudo como un muerto puesto que durante años dieron la vara pidiendo la integración en el consorcio. Menos mal que el gas oil baja de precio que si no a hacer auto stop que los taxis de la capital, junto con los de Gijón, son de los más caros de España.
Oviedo es una ciudad con muchos frentes abiertos y que, por supuesto, no tendrán solución hasta después de mayo y aún así lo pongo en duda dada la falta de recursos y la poca disponibilidad del gobierno del Principado a facilitarlos. El ministerio de Defensa tiene que transferir al ayuntamiento, mediante venta, los terrenos de la antigua fábrica de armas de La Vega mientras la de Trubia mantiene en ERE a parte de la plantilla a la espera de que llegue un contrato para construir torretas para tanques. El palacio de congresos diseñado por Calatrava está a ralentí, ya en manos municipales. Su adaptación a actos de medio pelo resulta complicado y poco rentable. Ahora hay que dar uso modernista a la antigua fábrica de gas que cede EDP al ayuntamiento. Otro grano es el complejo privado de viviendas, bajos comerciales y parking a la entrada de la ciudad por donde termina la “y” que viene o va a Avilés o Gijón. La acera derecha de la avenida de García Conde sigue ocupada por las vallas de unas obras que llevan meses paradas.
Escucho al alcalde Agustín Iglesias Caunedo hablar alto y claro, como debe ser, sobre la nueva ordenanza de terrazas que trae a la mayoría de los hosteleros sulfurados por las condiciones que impone. Haciendo memoria me acuerdo de los planes que había en la ciudad para promocionar el turismo a base de temas eclesiásticos. Nuestro pre románico sigue abandonado y sin vigilancia adecuada; sin embargo las maquinas ya trabajan en las instalaciones del Centro Asturiano en el monte Naranco para construir las nuevas piscinas que para eso su presidente, Alfredo Canteli, es un gestor privado de primera división, a la que llegará nuestro querido Real Oviedo algún día. De la parroquia de San Juan que ahora rige Javier Cuesta, un gran cura, por cierto, me piden un artículo para la publicación que se está confeccionando con motivo del 100 aniversario de la misma que se celebrará el próximo año. La efeméride en cuestión merece hasta una visita del Papa Francisco. Me postraré ante la pila bautismal donde me bautizaron hace 69 años.
Hace unas fechas la Fundación INCLINICA con sede en Oviedo firmó un contrato de colaboración con la Fundación Amigos de los Perros del Principado de Asturias para investigar cánceres en perros con el consiguiente aprovechamiento para la raza humana. INCLINICA es una fundación creada en el año 200o por un grupo de empresarios, principalmente de la construcción, y que preside el presidente de la patronal de dicho sector Serafín Abilio Martínez. Durante estos años estuvo nucleada en el Instituto de la Silicosis por un grupo de destacados médicos encabezados por el doctor José Antonio Mosquera, que fue jefe, ya está jubilado, del servicio de neumología del Instituto Nacional de Silicosis, realizando importantes trabajaos de investigación clínica-neumológica y carcinogénica.
En estos pasados años el equipo investigador descubrió un microorganismo con características de protozoos que aparecen en las vías respiratorias, principalmente en los asmáticos, y también en otras patologías, y que fue bautizado con el nombre de “Vetusta Jacobi” por haber sido descubierto en Oviedo y en el Año Jacobeo. Hubo también otras líneas de investigación relacionadas con el cáncer pero el cierre del antiguo Instituto de Silicosis y su traslado al nuevo HUCA ha hecho que la fundación INCLINICA quedará descolgada encontrando ahora está salida, la colaboración con la Asociación de Amigos de Los Perros con sede en Lugones, para estudiar distintas formas de cáncer en los mismos. El equipo de INCLINICA está muy animado, al igual que el patronato de la misma, con esta nueva etapa que se inicia 14 años después de su arranque. Como bien dice el eslogan de la fundación “las respuestas se encuentran en la naturaleza que nos rodea”.