A estas alturas ya nadie tendrá duda de que el Partido Popular, para ganar las elecciones generales hace tres años y para gobernar con mayoría absoluta en lo que llevamos de legislatura, ha jugado con ventaja.

En primer lugar se presentó a las elecciones con un programa fraudulento puesto que contenía propuestas y promesas que incumplieron sistemáticamente; y, en segundo lugar, ya en plena legislatura, aún contando -y repito- con mayoría absoluta, su ministra de Empleo, Fátima Bañez, dispuso de la inestimable colaboración de la Virgen del Rocío, y ahora su ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, tiene la suerte de que se alineen los planetas -cosa rara, rara- lo que le permite ver la salida de la crisis como un hecho y que para el próximo año -casualidad: año electoral- la recuperación será definitiva.

Estas navidades -según el presidente Mariano Rajoy- van a ser las primeras navidades de la recuperación. La crisis es historia del pasado para el líder del Partido Popular.

Para la cúpula directiva del Partido Popular, gobierno incluido, estas navidades van a ser incluso mejores que las de los años anteriores. Para millones de españoles en el paro y casi en la indigencia sus navidades serán iguales e incluso peores que las de los últimos siete años.

Está claro que la Virgen del Rocío solo está al lado de los Populares y que los planetas solo se alinean a la vista de los que se dedican, como Rajoy y de Guindos, a tergiversar la realidad.