Pescado congelado

He observado hoy la afluencia de gente a los comercios y grandes superficies en el centro de Oviedo. Poca animación hasta las seis de la tarde en que la ausencia de lluvia y la iluminación navideña parece que animaron más al respetable. A todo esto, en un día de invierno los trabajadores de Alcoa se dieron la caminata de Avilés a Oviedo. ¿Les acompañó algún político?. Creo que no. A lo más alguno, como la eurodiputada Angela Vallina, acudieron el otro día a la factoría para expresar su apoyo al personal, por supuesto en compañía de las cámaras de televisión que sin ellas algunos de nuestros dirigentes no encuentran razón de ser.

 

Me temo que lo de Alcoa sea una batalla más perdida por el Principado, por sus dirigentes, por sus sindicatos, por la propia opinión pública. El año 2014 que está a punto de pasar a la historia ha sido precisamente para Asturias el año perdido en muchos frentes. El PSOE se apunta el tanto de haber logrado del PP asturiano el apoyo para aprobar los presupuestos mientras en contra le achaco una precipitada puesta en funcionamiento del nuevo hospital con una consejería errática y nerviosa cuya última genialidad ha sido volver a cerrar la radiología abierta hace unas fechas en el viejo HUCA.

 

Faustino Blanco y su equipo, ya remodelado en más de una ocasión, no sabe como atajar las listas de espera, algo increíble en una comunidad de un millón de habitantes y 10.000 kilómetros cuadrados con nueve hospitales de primera línea y una extensa red de ambulatorios. Probablemente sean motivos ideológicos, lo cierto es que la clase sanitaria en general no tiene sintonía con el partido gobernante y a lo largo de la legislatura desembocó el desencuentro en varios conflictos que recayeron sobre la salud del sufrido ciudadano de a pié. Claro que a nivel nacional tampoco el Gobierno se vio ajeno a la conflictividad sanitaria. La hasta ahora titularAna Mato, cuestionada por las irregularidades de su ex marido, se vio al final obligada a dimitir. La última vez que la vi fue en Oviedo asistiendo a la toma de posesión del delegado del Gobierno Gabino de Lorenzo quien pese a ser hoy fiesta recibió a una comisión de trabajadores de Alcoa esta tarde si bien ya quedan lejanos aquellos tiempos en que invitaba a tortilla a los mineros concentrados en dura protesta en la plaza de España.

 

Gabino de Lorenzo que tiene buena mano izquierda aunque sea de derechas prometió intervenir ante sus jefes, el Gobierno de la nación, o sea, ante el ministro de Industria José Manuel Soria,  para que Alcoa no se vaya con armas y bagajes a Angola. Amenazas con esta pueden perjudicar y mucho al PP en mayo en las elecciones autonómicas. En todo caso es entrañable ver el esfuerzo que ha iniciado el diputado de IU Gaspar Llamazares para situarse en Asturias al frente de la candidatura autonómica de dicha coalición y buscar un puente de entendimiento con el emergente grupo de Podemos. Claro que estos en principio no están por la labor y no quieren pescado congelado sino savia nueva, no contaminada por el profesionalismo de la política. Quien también quiere volver como aspirante a la alcaldía de Gijón por IU es el ex consejero Francisco Valledor. Por lo visto en cuanto sale a la calle montones de ciudadano le asaltan pidiéndole su retorno. Como Moises solo le queda separar las aguas del Piles.

 

Bien tienen que esforzarse las cañerías del poder en asustar al ciudadano con Podemos y otras plagas no se si venidas de Egipto o de la propia Moncloa. Mariano Rajoy afirmó en México que no adelantará las elecciones generales pero me temo que si en mayo el PP sufre un descalabro municipal y autonómico se verá obligado a ello. Entre tanto, en Gijón se espera con indiferencia a quien elegirá Mercedes Fernández para encabezar la lista del PP al ayuntamiento mientras en Oviedo el marido de Paula Echevarría, el Bustamante, actúa en el auditorio PríncipeFelipe intentando que la afición se olvide de Isabel Pantoja. Será difícil sin duda alguna.



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