No voy a decir que parece que fue ayer, pero en el mes de junio pasado hizo cuarenta años que nos conocimos personalmente.
Tú me diste la oportunidad de ver reflejadas -no se si llamarlas modestas- mis colaboraciones en las páginas de algunos de los periódicos en los que tú trabajabas y que en su momento llegaste a dirigir, fue el caso de "La Voz de Asturias" y de la "Hoja de Lunes" de Oviedo. Y más recientemente, va a hacer dos años, después de leer algún artículo en mi blog "Crónicas y Temas", también me pusiste en contacto con Ignacio Sánchez-Vicente quien me permitió publicar algunas cosas en este periódico digital que es "Asturias Mundial".
En estos últimos cuarenta años nuestra relación personal y nuestra amistad se fue consolidando y acrecentando, y nuestros contactos, por unos u otros motivos, han sido y son permanentes.
El pasado viernes, tú ciudad, Oviedo, te ha reconocido los sobrados méritos de toda tú trayectoria vital y profesional, y ha dado tú nombre, en el barrio de La Florida, a una de sus calles. Por motivos personales no pude asistir físicamente al acto, y lo siento mucho. Seguro que habrás sabido disculparme. Ya comprobé -como no podía ser menos- que estuviste extraordinariamente arropado por amigos y familiares.
Un entrañable abrazo, amigo Ávila. Felicidades por el reconocimiento público e institucional. Después de cuarenta años sigo pensando que he tenido una especial suerte al haberte conocido. Eres grande en todos los sentidos y, sobre todo, muy buena persona.