Lo de Esperanza Aguírre ya no tiene nombre. Sus intervenciones en la vida pública, siendo aún presidenta del Partido Popular madrileño, son auténticas tomaduras de pelo a la inteligencia de los ciudadanos. Lo último, los exámenes a los candidatos a las diversas alcaldías de la Comunidad de Madrid, como consecuencia de la dimisión de sus titulares, del Partido Popular, involucrados en casos de corrupción, resultó ser un insufrible esperpento político. Resulta que a los candidatos se les facilitaba tanto las preguntas del examen como las respuestas antes de su teatral aparición ante los medios de comunicación que transmitían la supuesta prueba de idoneidad en directo.

Cada día es más evidente que la sexagenaria Esperanza Aguírre, con el único objetivo engañoso de que las aguas turbulentas de la corrupción no la lleven por delante, es capaz de hacer malabarismos de todo tipo. La pantomima de los exámenes a candidatos a las alcaldías ha sido un paso más hacia su propia decadencia.

Por si ella continúa insistiendo en que sus ocurrencias van por el lado ético de la política, debería dar un ejemplo definitivo. Qué menos que pasar por un polígrafo y contestar a algunas preguntas como las siguientes: ¿Sabía algo del "tamayazo"?. ¿Sabía algo de la trama Gürtel cuando la foto en grupo de la cúpula del PP encabezada por Mariano Rajoy?. ¿Sabía algo de la financiación ilegal del PP?.¿Sabía algo de lo que ha derivado en la "operación Púnica" en la que estaban involucrados sus colaboradores directos?. ¿Sabía algo del espionaje a miembros del Partido Popular mientras ella presidía la Comunidad de Madrid?. ¿...?. ¿...?.¿Sabía que fue "Islero", y no un agente de proximidad, el toro que mató a Manolete?.

Valor, sexagenaria Esperanza, y pasa por el polígrafo. La política española te lo agradecerá eternamente.