Más que a los datos de la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) me propuse esperar a las reacciones de los representantes de los partidos afectados por el escrutinio. Es curioso; pero, siendo objetivo, las únicas declaraciones coherentes que he escuchado provienen de Carolina Bescansa, responsable de análisis políticos de Podemos, la formación que, con sus buenos resultados en la encuesta, ha aumentado la tensión en el bipartidismo nacional y en los demás grupos que hoy conforman el arco parlamentario.
El fenómeno Podemos aumenta sus perspectivas electorales tanto por méritos propios como por las consecuencias de la nefasta actuación y el no menos nefasto gobierno del Partido Popular y su increíble regeneración "tipo cebolla" (transmiten que solo está podrida la capa exterior y no quieren ver que su problema hoy por hoy lo tienen en el núcleo).
A estas alturas, al Gobierno con mayoría absoluta y al Partido Popular ya no lo creen ni sus propios votantes. Hay una ineptitud escandalosa entre sus dirigentes. Por mal camino van, cuando, después de publicarse los últimos datos del CIS, en lugar de reflexionar y hacer autocrítica, lo mejor que se les ocurre -caso de la siempre convincente María Dolores de Cospedal- fue decir que Podemos es un peligro para la democracia y para España.
El Partido Popular sigue pensando que el votante español y por ende sus propios votantes son unos imbéciles. Lo van a pagar.