Este mediodía se celebró el sencillo acto en el que el ayuntamiento de Oviedo dio el nombre de una de las nuevas calles, al fondo de La Florida, camino de Las Campas, al insigne periodista Orlando Sanz ya jubilado pero en muy buena forma física y mental. Un centenar de amigos, muchos de ellos colegas, acudimos a la cita que, como digo, resultó sencilla y emotiva. La organización municipal aportó además de la placa, las banderas y la megafonía un cuarteto musical que recibió a los asistentes con una música que me recordó las tradicionales romerías de nuestra tierra. El alcalde Agustín Iglesias Caunedo, a quien últimamente observo sobrio en sus intervenciones además de seguro ante los ciudadanos, glosó la figura de mi colega, toda una institución de la profesión periodísticas asturiana. A Orlando Sanz le conocí en el diario gijonés El Comercio en donde durante siete años fue la mano derecha del gran Francisco Caratoña pero su corazón ovetense suspiraba por retornar a la capital lo que pudo ver cumplido cuando La Nueva España bajo la batuta de Luis Alberto Cepeda le fichó como cronista municipal. Me consta que sus crónicas aportaron muchos lectores al primer diario de la región pero también su periodística visión aportó lo suyo a la propia ciudad. Con el paso del tiempo intentó otras aventuras periodísticas para jubilarse al cabo de los años como responsable de comunicación de la Confederación Hidrográfica del Norte.

En su intervención Orlando Sanz, evidentemente emocionado, expuso recuerdos, agradeció la calle y recordó haberse enterado de tan importante decisión municipal por este modesto plumilla que para eso mi espía preferida, la XPXIII, me tiene informado al minuto de lo que se cuece aquí y allí. ¿Que les voy a decir de los asistentes?. Estaba el Oviedín del alma, desde Ernesto Conde hasta la cronista de la ciudad Carmen Ruiz Tilve, pasando por los concejales Inmaculada González, Jaime Reinares, Benjamín Cabañas, Belén Fernández Quevedo, Roberto Sánchez Ramos, Alfredo Carreño, Amador Fernández y los dos no adscritos así como el ex alcalde Antonio Masip. No vi a ningún edi del Foro pero sí al vice secretario de comunicación Juan Vega también funcionario municipal. Por la Asociación de la Prensa Alberto Menéndez -el presidente José Antonio Bron anda lesionado y no pudo asistir-, el arquitecto Javier Calzadilla, el ex jefe de protocolo del ayuntamiento Enrique Fernández, la ex concejala de UCD Cuca Marcos Vallaure, hoy absolutamente alejada de la política y convertida en empresaria de éxito y, en fin, un montón de amigos que arropamos al amigo Orlando Sanz quien en su intervención volvió a citarme, lo que agradezco, para recordar que en cierta ocasión había publicado uno de sus rasgos de su humor ovetense como fue el hacerse unas tarjetas de visita con su nombre y el cargo de “Heterosexual y del Real Oviedo”.

La calle, a continuación de la rotonda en honor de los paraolimpicos, está perfectamente asfaltada, bancos y bordillo incluidos, con solares sin vallar y con césped cuidado a la espera de que la crisis desaparezca y los promotores apuesten de nuevo por el ladrillo. Esta zona de La Florida, como la de La Corredoria, es un nuevo Oviedo joven y moderno tan distinto y lejano a aquel que pateaba siendo niño para ir desde el barrio de San Antonio a Brañes a través de la ruta del boquerón cruzándome con las lecheras y teniendo cuidado no me mordiese una víbora que por aquel entonces, los años 50, había en cantidad entre la maleza. Orlando Sanz es ya un ovetense inmortal. Pronto habrá otros.