Como empieza a ser habitual en esta comunidad autónoma la opinión pública está sorprendida ante las noticias que llegan sobre el centro cultural Niemeyer de Avilés. ¿Que rayos está pasando con él?. ¿Cómo es que de repente no hay un euro ni para comerse una croqueta de las que prepara Pedro Morán en sus instalaciones?. Me temo que por peligrar peligra hasta la actuación prevista para finales de agosto de Kevin Spacey interpretando a Ricardo III, el gran éxito en estos momentos en Londres con la colaboración de Sam Mendes. Supongo que éste es un toro que Francisco Alvarez-Cascos y su consejero de Cultura Emilio Marcos Vallaure deberá de coger rápidamente por los cuernos.
Ahora resulta que el Neimeyer, que nos ha costado a los asturianos unos 45 millones de euros, no tiene fondos y la Fundación que lo preside está temblando, urgiendo al gobierno autonómico que de la mayoría a la iniciativa privada; actualmente la tiene la pública, ayuntamiento de Avilés y Principado.
No se si su imaginativo director Natalio Grueso ha metido en la boca más pastel del que le cabe pero lo cierto es que de una internacionalización que estaba elevando a Avilés a los altares, ahora que se cumplen los 450 años de las acciones colonizadoras de su hijo más ilustre, Pedro Menéndez, en las Américas, se está pasando a la paralización y el nerviosismo. Su presidente de honor, el ex presidente del Principado Vicente Alvarez Areces, quiso de prisa y corriendo privatizarlo en los últimos días de su mandato pero ya fue tarde. ¿Por qué no lo hizo antes?. Un misterio. Aparece como por arte de magia ese asturiano de la diáspora, el discográfico Manolo Díaz y le se encumbra como máximo responsable. Las cuentas del último ejercicio no son firmadas ni por Cajastur ni por el grupo Masaveu mientras la búsqueda de nuevos patronos no parece que esté dando los resultados esperados. No me extraña que a la alcaldesa Pilar Varela el Niemeyer le comience a producir canas.
Por lo visto para que el barco no se hunda en la ría los privados tienen que hacerse, y rápidamente, con el control del centro cultural. Seguir en manos públicas con un gobierno en manos de Foro Asturias y en época de crisis significa disponer de muy poco margen de maniobra. Tanto la alcaldesa de Avilés como el director del Niemeyer han pedido entrevistarse con el jefe del Ejecutivo asturiano. Supongo que desde la sombra Alvarez-Areces presionará lo suyo. Si Francisco Alvarez-Cascos quiere privatizar SEDES, enajenar la RTPA y cerrar las embajadas de Asturias en Madrid y Bruselas ¿Por qué no deshacerse del Niemeyer y sus costes?. Salvando las distancias sería algo parecido a lo del Calatrava en Oviedo. Es propiedad del ayuntamiento pero al día siguiente de comenzar a funcionar fue cedido por 50 años a la empresa que lo construyó, Jovellanos XXI. Por cierto, ¿Cuando visitará Alvarez-Cascos el Niemeyer por el que ya han pasado miles de personas?. ¿O lo hará antes por La Laboral?.
El centro cultural Niemeyer fue una idea, como tantas geniales, del ex director general de la Fundación Príncipe de Asturias Graciano García quien convenció por un lado al insigne centenario arquitecto brasileño para que lo diseñase a coste cero y por otro a Vicente Alvarez-Areces para que lo financiase en la ría de Avilés una vez que el alcalde de Oviedo Gabino de Lorenzo no se mostró interesado por el proyecto para Oviedo. Hoy el centro es una espléndida realidad y ha contribuido, sin duda alguna, a levantar la moral de los avilesinos, pero, insisto, su lanzamiento sigue un camino tortuoso, poco claro, y las señalas de alarman comienzan a recibirse en nuestra sociedad. Ultimamente me viene dando en la nariz que su director, y auténtica persona fuerte en la gestión del mismo, el allerano Natalio Grueso, puede tener las maletas hechas que ofertas profesionales no le van a faltar. Su agenda de contactos culturales a nivel internacional es impresionante. Y ya que me refiero a la Villa del Adelantado me llega también la noticia de que se jubila Antonio Ripoll, director del coqueto teatro municipal Palacio Valdés. Otra importante pérdida cultural para la Villa. Me quedo corto si también califico su labor de impresionante, habiendo convertido dicho teatro en toda una referencia nacional para el estreno de obras. Lo que les cuento sobre el Niemeyer y lo de Ripoll son dos malas noticias para Avilés. Espero que lo primero se solucione y sobre el segundo que disfrute en la nueva etapa que pronto iniciará. Y es que jubilación viene de júbilo ¿O no?.
4 comentarios
# Marga Responder
22/10/2012 20:11Como siempre, genial Josemi: gracias por tus artículos
# Miguel cp Responder
22/10/2012 20:33Si realmente deseara un respaldo a sus políticas cercenadoras de salarios y derechos, de robar a los trabajadores para darlo a los poderes financieros, de incumplimiento o contradicción a su propio programa electoral, debería convocar un plebiscito.
# Carmen Responder
23/10/2012 08:59Estoy totalmente de acuerdocon tu artículo, y sigo sin entender por que habiendo medidas eficaces contra el déficit , como las que proponen los tecnicos de Hcienda y su sindicato , el gobierno no las pone en funcionamiento ¿será que afecta a su bolsillo?
# Chuchi Responder
23/10/2012 18:53Genial Josemi. De que iran estos iluminados