¿Arde Asturias?

¿Arde Asturias?. Sí, pero de fiestas. Este fin de semana nuestra querida tierra, paraíso natural, va despidiendo agosto con gran folixia en numerosas localidades del Principado. A falta del Felipe VI esta tarde desembarca en Tazones Carlos V y mañana será recibido en el ayuntamiento como manda la tradición. Este sábado los pastores de Piloña celebran la fiesta del asturcón en el Sueve con Miguel Angel Revilla como pregonero que al ex presidente de Cantabria le gusta Asturias más que aquellos Chupa Chus que se fabricaban en Villamayor a la puerta de un colegio.

En esta fiesta del asturcón el consejero de Sanidad Faustino Blanco, curioso ¿Verdad?, recibirá el premio de la fiesta y eso que el personal sanitario continúa disconforme por cómo van las cosas en el nuevo HUCA. Mi espía preferida, la XPXIII, me comenta que se va a ordenar al personal sanitario, médicos incluidos, que no salgan del recinto para tomar café con ropa de servicio en un intento de presionarles para que usen la cafetería del hospital. También la deportista Rosa Fernández, todo un ejemplo de superación, será homenajeada en la fiesta. En Piloña manda la alcaldesa Carmen Barrera, del PSOE, que ya tuvo sus más y sus menos con el grupo municipal de su propio partido y que en esta ocasión se le olvidó invitar a la fiesta del asturcón al concejal de Foro. Bueno, el caso es que la buena alcaldesa va poco a poco reduciendo el importante déficit del concejo lo que me parece muy bien.

Otra fiesta importante será la que mañana se celebre en Navelgas, la fiesta de los pueblos de Asturias. En esta ocasión el hermanamiento de la citada localidad tinetense será con la localidad de Bueño del concejo de Ribera de Arriba. Desde Bueño, elegido recientemente pueblo ejemplar de Asturias, se fletan varios autobuses con el alcalde Ramón Sanz a la cabeza quien dentro de unas fechas se nos jubilada como empleado de la UGT. Es una fiesta muy asturiana en la que siempre me encanta escuchar el discurso del perejil de casi todos los guisos que se preparan en Asturias, el pintor Manolo García Linares. El año pasado en menos de cinco minutos disolvió la Unión Europea y declaró la guerra a China. Lo que no entiendo a que espera el alcalde de Tineo para reactivar el expediente en el que ya hace tiempo se ha propuesto al inquieto pintor como hijo predilecto del concejo. En fin, aquí o allí, lo importante es pasarlo bien este fin de semana y el resto de los días del año, por lo menos.

Encuentro a Antonio Masip por la calle y le pido un autógrafo, no podía ser de otra manera. Y lo hago porque sé que utiliza el bolígrafo que le regalaron los trabajadores de Tenneco y que fue el mismo que utilizaron para firmar el acuerdo con la multinacional norteamericana que tuvo que bajarse los pantalones dando marcha atrás de su plan de cierre de la fábrica de Gijón. Y ello fue gracias, entre otros, al ex eurodiputado que cada vez preocupa más en la AMSO porque las encuestas le dan muy buen resultado en unas primarias para ser candidato del PSOE a la alcaldía de Oviedo. Por supuesto que no tendrá enfrente al actual portavoz del grupo socialista Alfredo Carreño cuya carrera municipal está más que finiquitada.

Por vez primera el Principado de Asturias ha hecho pública una nota oficial contestando a Podemos en el sentido de que Javier Fernández renunció a una subida de sueldo cuando accedió a la presidencia. La eurodiputada avilesina Tania González se había despachado el otro día en Gijón metiéndose con el jefe del Ejecutivo regional acusándole de haberse subido el sueldo nada más acceder al cargo. Fernández, al que le gustan las cosas claras y el carbón bituminoso, ha hecho pública su nómina en la que, creo, se refleja que cobra netos 3.700 euros al mes lo que para la responsabilidad que pesa sobre sus hombros no es ninguna barbaridad. Tania González también dijo que entre los cuatro portavoces de los partidos representados en el parlamento asturiano -UPyD no cuenta- sumaban en cargos público más de cien años y es que ninguno de los actuales dirigentes quiere bajarse de la piragua aunque el río lleve poca agua. Es sabido.



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