Como todo es cuestión de tiempo ya tengo encima la primera mitad de mis vacaciones. Estas, como viene ocurriendo en los últimos tiempos, recurro a estar con mis padres en la braña del alto Aller.

El "mayau" de los Collainos será testigo de estos días de asueto y desde mi pequeño palacio de "Marivent" para los de Podemos, cabaña de vaqueros.

Siguiendo con el símil - también voy recibir - visitas ya apalabradas de personajes peculiares, como el ex-concejal de cultura "Titi" que haremos una ruta a pie hasta el lago Ausente. También, fiel a la cita veraniega mi entrañable amigo que llega desde París, Rodolfo. Todos los años me sorprende con mapas medievales y viejos libros. Desde la capital me prometió una visita, el "barman" Falo del Rte. La Goleta.

La agenda sigue abierta y siempre hay alguna sorpresa para compartir una jornada con éste temporal ermitaño. Dónde me voy encontrar con un montón de gente, será en la capilla de la braña, en honor a nuestra Señora de las Nieves, el día 15 de agosto. Misa al aire libre.

Igual me encuentro con el regidor del Concejo, David y de paso tomar algo en el bar improvisado para la ocasión.

Las pilas las cargaré, con senderismo, lectura y contemplación. Tardes de charla, comidas familiares y tumbona que es como tener un "spa" con la música de fondo de los cencerros de vacas/terneros, caballos/potros y últimamente de ovejas.

Siempre tiro para y por "ALLER", me le recuerdan día tras día aquí en la capital, entonces les doy un repaso de todo lo que tenemos y ellos se pierden sino visitan ese vergel que la naturaleza nos concedió como el mismo río Aller, las foces del Pino, pueblinos tradicionales, gastronomía propia y sobretodo la gente allerana, sana, acogedora y humanitaria. Remato con la misma cantinela: " ven a ver Aller".

Para mis incondicionales, prometo volver a seguir escribiendo "cosiquines" aquí, que era el titulo de mis artículos en el periódico "Conceyu Alleran".

Feliz verano para todos.