Me han hablado de un país (que me gustaría saber dónde se encuentra situado para irme a vivir allí), un país en el cual consideran héroes a personas que no baten récords ni realizan prodigios deportivos, ni son embaucadores de masas que sueltan pomposos, falaces y timadores discursos, ni son obreros ni son grandes potentados.
Los héroes de ese bienaventurado país al que hago referencia, son los trabajadores autónomos. Trabajadores autónomos que (como hacen la gran mayoría de ellos) para conseguir subsista su empresa y evitar vayan al paro los obreros que tienen a su cargo, hipotecan su casa, hipotecan su coche, hipotecan el provenir de sus hijos, hipotecan su presente y hacen lo mismo con su futuro. Trabajadores autónomos que para mantener a salvo de la quiebra su empresa se pasan años sin tener vacaciones y trabajando los 365 días del año (y no trabajando las estupendas siete u ocho horas de un asalariado cualquiera, sino catorce y hasta dieciséis horas diarias). Unos trabajadores autónomos que no puede permitirse estar enfermos porque la amenaza de ruina puede convertírseles en cruel realidad y llevarse por delante sus esfuerzos y sus sacrificios de muchos años, junto a todo lo que tienen hipotecado.
Todos conocemos, en nuestro entorno, numerosos casos que demuestran lo que llevo expuesto hasta ahora. Los obreros de ese país que digo, no consideran a esos pequeños empresarios autónomos, ni explotadores ni esclavistas ni magnates, sino que les consideran esforzados, valientes emprendedores que empeñados en crear prosperidad arriesgan todo su patrimonio, y trabajando el doble que sus asalariados crean riqueza para todos, y por ello los ensalzan, admiran y les demuestran reconocimiento.
En fin, yo creo que, quienes nos gobiernas silencian la localización de ese idílico, honesto y justo país al que yo elogio, porque de saberse su ubicación, España y otros muchos países parecidos al nuestro se quedarían sin un solo trabajador autónomo. Y sin esos sacrificados, esclavizados y en muchos casos vilipendiados autónomos, su economía se iría a la mierda, y lo tendrían bien merecido.