La “Paloma de la fraternidad”

El viernes por la tarde una nueva edición de la Feria Internacional de Muestras de Asturias en Gijón levantará el telón. En medios empresariales es esperado el discurso que dará el presidente del Principado Javier Fernández. Lo que si desconozco es si el jefe del Ejecutivo asistirá el domingo a la botadura del segundo de los atuneros que encargó a Astilleros  Armón el empresario astur mexicano Antonio Suárez. La “jet society” regional se dará cita en la mañana del domingo para asistir a la boyadura del “Oaxaca” cuya madrina será la hija del propietario. Luego, comida en el restaurante de El Botánico que paga la constructora que ya ha recibido, según mis noticias, órdenes para continuar con la construcción de más atuneros dando así alegría a la alcaldesa Carmen Moriyón quien ya en su intervención en la asamblea de FADE confesó que lo mejor de su mandato era haber vuelto a ver actividad en los astilleros gijoneses.

Quien vuelve al redil, aunque sea solo como ciudadano agradecido, es el ex concejal del ayuntamiento de Oviedo José Suárez -Arias Cachero “Felechosa”, junto con Javier Vidal el concejal más variopinto que tuvo Gabino de Lorenzo, y es que el allerano, hoy absolutamente alejado de la política, se dedica a las grandes operaciones empresariales por medio mundo y así ha obtenido del alcalde Agustín Iglesias Caunedo permiso para utilizar el próximo día 8 el local de la plaza de Trascorrales para celebrar una cena de directivos de la firma Axialent Conscious Bussiness con motivo de la celebración en Oviedo de su convención anual. Pues a disfrutar de los encantos de Vetusta que como bien sabe “Felechosa” son muchos y abundantes. Por supuesto, estoy ansioso por ver a través de internet dentro de un rato el pleno municipal de Oviedo. Agustín Iglesias Caunedo, liberado ya del incómodo traje de asturiano que lució en Aristebano, se pasó antes por el Calatrava para retirar su abono como socio del Real Oviedo. Se que ha prometido a Carlos Slim no faltar esta temporada a ningún partido, arrastrador como es de multitudes en nuestra ciudad que es la suya.

Paso por la avenida de Galicia y m entero que el mítico establecimiento cafetería San Remo, que lleva meses cerrado, será dentro de unos días una oficina de Mapfre. Oviedo pierde una cafetería emblemática que abrió hace ya más de 50 años. La hostelería en nuestra ciudad es un sector cambiante lo que de muestra que pese a crisis, terrazas, impuestos, etc., está viva. Dentro de unas fechas abrirá también de nuevo lo que fue “El Burladero” en la calle San Bernabé y también, esta misma semana, lo hará el restaurante “La Goleta” en la calle Covadonga con una cierta remodelación que seguro lo hará aún más interesante de lo que ya era. En él suele tomar vinos el todoterreno Manuel García Linares contento porque su pueblo, Navelgas, está de moda. No solo el próximo lunes en la Feria de Muestras recibirá la distinción del memorial “Joaquín Alvarez” sino que a finales de agosto será escenario de la XXXIV edición del “Día de los pueblos de Asturias”, hermanamiento en esta ocasión con Bueño, pueblo ejemplar, del concejo de Ribera de Arriba. La organización tiene previsto entregar el “chosco de oro” a Florentino Martínez Roces, presidente de Langreanos en el Mundo y del Centro Asturiano de Málaga así como habrá otra distinción, el “arándano de plata” para Isidro Caballero Sardina, presidente de la peña de bolos “Pico Peñamellera” así como impulsor del Museo de los Bolos de Asturias en Panes. Gran fiesta asturiana, pues, la que se avecina en Navelgas donde el alcalde de Ribera de Arriba Ramón García Sainz recibirá en nombre de Bueño y del resto de los pueblos del concejo la “Paloma de la fraternidad”.

Aún no repuesto de la noticia del fallecimiento del poeta y artesano Felipe Prieto, me llega otra mala, el fallecimiento hace unas fechas en Río de Janeiro del empresario ovetense José Luis García Millán, buen amigo, miembro de la peña “El urogallo” a la que siempre asistía cuando estaba en Oviedo. Soltero y muy independiente se había afincado hace años en Río de Janeiro donde tuvo negocios tras haber sido uno de los principales constructores de nuestra ciudad. Vecino del arquitecto Niemeyer siempre que regresaba a la madre patria tenía el detalle de obsequiar a los amigos de la peña con café brasileño del bueno. Persona tranquila y de mundo nos preocupó que no apareciera por Oviedo esta temporada hasta que nos enteramos de la triste noticia. Un asturiano con fuertes raíces ovetenses -tenía algo más de 70 años- se nos ha ido. Le echaremos mucho de menos.



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