El guaperas de Pedro Sánchez desayunó con Susana Díaz, no tan guapa aunque tiene buen tipo, y ¡zás!, ya tiene la ejecutiva organizada. Como número dos, secretario de organización, va un treintañero de La Rioja, César Luena. Nuestro presidente, el de todos los asturianos, Javier Fernández, se hará cargo de un puesto testimonial porque las órdenes del nuevo secretario general del PSOE son tajantes: “Querido Javier, en las próximas elecciones autonómicas hay que mantener la joya de la corona y a ser posible con mayoría absoluta” refiriéndose al Principado de Asturias. Honradamente creo que los socialistas volverán a gobernar nuestra comunidad a partir de mayo; lo de hacerlo con mayoría absoluta es otro cantar. El PSOE regional tiene un buen entramado en los ayuntamientos ya que gobierna en la mayoría de ellos -no así en los dos más importantes- mientras que como viento en contra tiene la aparición de Podemos y el hundimiento de ciertos grupos influyentes como lo fue durante años el SOMA o la propia UGT.
Será la crisis, serán las prácticas de Mariano Rajoy, incluida la controvertida reforma laboral, o que muchas familias han visto las orejas al lobo, el caso es que, al menos en nuestra región, la clase obrera está desmotivada y a los socialistas, por tanto, no le viene nada bien -aunque socialista de pura cepa Javier Fernández es persona conservadora, a lo mejor por su formación como ingenieros de minas-. El más izquierdoso que tiene Asturias en esa profesión es el también mierense Manolo Suárez que cuando estaba en HUNOSA le llamaban, no sin cierto cachondeo, “Manoloff” por aquello de que era el único ingeniero de minas afiliado a Comisiones Obreras y al PCA. El caso es que Javier Fernández deberá exprimir al máximo las ya devaluadas arcas del gobierno regional para inyectar una cierta alegría al Principado adjudicando obras y desempolvando proyectos. Lo de los accesos a La Zalia y la construcción de la incineradora va a sufrir retraso tras el triunfal anuncio de su adjudicación por parte de la consejera Belén Fernández -no tiene carnet del PSOE, que conste-. Y también Javier Fernández deberá oxigenar muchos de los cargos de responsabilidad de la administración que preside. ¡Que chulo hubiera quedado este septiembre Pedro Sánchez en la tribuna de la fiesta minera de Rodiezmo! pero por segunda vez en su historia no se celebrará y es que el sector minero, ciertamente, no está para fiestas.
Vislumbro a lo lejos, en la planta baja de El Corte Inglés en la calle de Uría, a la presidenta del Partido Popular de Asturias. Mercedes Fernández, siempre guapa y elegante. El caso es que con el fichaje de Juan Morales estará más descansada en el futuro inmediato que ya se sabe que desde Génova han dado órdenes de que el hijo pródigo se encargue discretamente de contactar con la cúpula de Foro Asturias buscando el retorno al Partido Popular. Y si no es el retorno por lo menos cierto frente común de la derecha cara a las próximas elecciones. Se que en algunos despachos de Foro Juan Morales no está mal visto y negocia mucho mejor que su nueva jefa, la citada Mercedes Fernández, pero la tarea no será fácil, casi diría que imposible mientras el general secretario esté al frente del partido de centro derecha que fundó en olor de multitud aunque éste, el olor de la multitud, en los últimos tiempos ya no me parece tan fuerte.
En fin, para nuestros políticos y sus partidos hay muchas coronas con joya que mantener y mayo, no solo será mes de la flores sino también electoral, está como quien dice a la vuelta de la esquina.
Desde este comentario debo hacer llegar mi más sentido pésame a Javier Batalla,director técnico de la Sociedad Ovetense de Festejos, y su familia ya que de manera inesperada falleció ayer en Llanes, su villa natal, su hermano Ramón. Compañero en las tareas periodísticas Ramón Pérez Batalla tuvo siempre un acusado olfato como profesional de la pluma que plasmó en numerosas publicaciones, incluidos los diarios La Nueva España y El Comercio. Defensor del espíritu del oriente de Asturias era toda una institución en la zona. Ayer, como digo, fue encontrado muerto por causas naturales en su domicilio. No llegaba a los 60 años. Descanse en paz.
