El término gobernanza viene utilizándose desde la década de 1990 para designar la eficacia, calidad y buena orientación de la intervención del Estado, que proporciona a éste buena parte de su legitimidad en lo que a veces se define como una “nueva forma de gobernar” en la globalización del mundo posterior a la caída del muro de Berlín (1989). De ahí que muchos de nuestros políticos, caso del alcalde de Oviedo Agustín Iglesias Caunedo y de su concejal de Hacienda y portavoz Gerardo Antuña se hayan apresurado a cruzar el charco para recibir clases de gobernanza en cursillos exprés -una semana- que se dan en prestigiosas universidades norteamericanas como la de Harvard, donde se encuentra estos días como aplicado alumno el alcalde de Oviedo, o la de Washington donde está el portavoz.
Dicen las buenas lenguas que esto lo puso de moda el ex presidente José María Aznar, muy ligado a aparato yanqui desde sus tiempos de amistad con George Busch. En el inicio del PP los políticos de provincias acudían a una escuela de Ojen en Málaga donde recibían clases de cómo hablar en público, ante una cámara de televisión, etc. Ahora el mundo global ha puesto de moda la gobernanza y nuestros dirigentes buscan doctorarse en ella. Fuentes de la alcaldía me indican, por cierto, que Agustín iglesias Caunedo acudió solo, no con su novia Gemma, a Harvard, que estos cursos son muy intensos y no se permiten distracciones. En esta universidad de Harvard estudió el presidente Obama por cuya trayectoria universitaria se ha interesado mucho estos días el alcalde de Oviedo.
Agustín Iglesias Caunedo llegará a Oviedo el domingo a las siete de la mañana, justo para vestirse de vaqueiro, supongo que asesorado por su psicoesteta preferido, Ramiro Fernández, y montera picona en mano, eso sí, esta vez acompañado pro su novia, se trasladará al alto de Aristébano para recibir durante la tradicional fiesta vaqueira el título de “Vaqueiro de honor”. Por supuesto que en su maleta trae la conferencia que David Kennedy pronunció en Harvard en el 2008 titulada “El misterio de la gobernanza global”, todo un tratado sobre como gobernar con eficacia en este mundo global que no está tocando vivir.
Agustín Iglesias Caunedo con un renovado equipo aún no conocido se prepara para afrontar las elecciones municipales el 25 de mayo próximo aspirando a ganar por mayoría absoluta lo que no será nada fácil. Desde los veinte años en la corporación a la sombra de Gabino de Lorenzo, ahora, ya con los 40 cumplidos, accedió a la alcaldía esta legislatura tras la dimisión de De Lorenzo y con buena cintura de gestión, que no física, lleva con pulso firme la gobernanza municipal en minoría pero con eficacia. Sacó los presupuestos municipales adelante con su pacto con IU, lo que no logró el presidente Javier Fernández en el parlamento autonómico, convenció a dos concejales de Foro -con ellos la guerra es total- para que se pasaran al grupo de los no adscritos, desactivando así al grupo de Francisco Alvarez-Cascos, y tiene enfrente a un grupo socialista aburrido e inoperante. El peligro en las próximas elecciones viene por Podemos y menos por UPyD. A los de Foro no les va a resultar fácil levantar cabeza. Por cierto, tengo ganas de que el psicoesteta Ramiro Fernández nos sorprenda un día de estos con un artículo sobre el look de Pablo Iglesias aunque éste le queda muy a la izquierda, por supuesto.
Expectación en medios socialistas asturianos por ver si este fin de semana, el guaperas, como se le conoce con cierta envidia en la oposición, Pedro Sánchez se decanta por el asturiano Javier Fernández para presidir el PSOE a nivel estatal. En todo caso entrará en la nueva ejecutiva, eso, seguro. Para Javier Fernández si es elegido para el cargo, aunque sea un poco florero, supondrá la culminación de su trayectoria socialista venida de la mano de sus antepasados mierenses de siempre entroncados con el partido que fundó Pablo iglesias, el auténtico.