Hoy se ha conocido la sentencia del Juzgado en la que se condena a un año de cárcel y 9.000 euros entre multa e indemnización al teniente de alcalde del ayuntamiento de Oviedo Jaime Reinares por haber difundido en una rueda de prensa unos correos de la secretaria del Tribunal de Cuentas del Principado Rosa Zapico, que ejerció de acusación particular, con los que pretendía demostrar una maniobra del gobierno socialista contra el equipo de gobierno municipal por el asunto de Villa Magdalena.
Fuentes cercanas al veterano concejal del Partido Popular me indican que sin duda alguna recurrirá la misma ya que además el juez impide a Jaime Reinares presentarse de nuevo a un cargo público mientras dure el año de sanción lo que, en principio, le cierra la puerta para volver a presentarse en las próximas elecciones municipales de marzo. Jaime Reinares lleva más de 30 años como concejal del PP en Oviedo, siendo pieza vital en su gestión económica y habiendo siendo, con sus altibajos, persona de confianza del anterior alcalde Gabino de Lorenzo. Discreto y trabajador hay que reconocerle siempre una actitud inflexible en la defensa de su grupo y de su partido; sin embargo, tengo la impresión que en la actual legislatura en la que su compañero de partido Agustín Iglesias Caunedo sustituyó a Gabino de Lorenzo su entusiasmo como miembro de la corporación decayó comentándose en los medios cercanos al PP que Jaime Reinares no tenía ya intención alguna, al margen de la sentencia, de volver a ser concejal postura que también comparte, me consta, su persona de confianza en el grupo municipal popular el concejal Benjamín Rodríguez Cabañas.
Acatando como buen ciudadano que me considero la sentencia personalmente lamento que Reinares tras el largo y fructífero servicio a la ciudad vaya a irse con este borrón en su historial. Aunque no puedo demostrarlo siempre tuve la sensación de que el hoy teniente de alcalde se vio empujado por fuerzas fácticas de su partido a dar aquella rueda de prensa utilizando unos correos que, por lo visto, le llegaron anónimamente.
Otro político que lo deja es el ex alcalde de Cudillero, Francisco González “Quico”. Primero se dio de baja como alcalde de la villa pixueta, luego como diputado y hace dos días como secretario de la agrupación local del PSOE. Otro histórico de la política local enredado en juicios y querellas que hace unas fechas ya le han llevado a una inhabilitación para volver a ejercer como alcalde. Como consecuencia de estas tensiones que en Cudillero se vienen arrastrado desde hace años el ayuntamiento está en estos momentos, y supongo que hasta la próximas elecciones, regido por una gestora y ahora también la agrupación local socialista. Tengo la impresión que la caída de “Quico” está produciendo efectos colaterales importantes en la villa pixueta como la crisis que sufre el equipo de fútbol, el Cudillero, en grave situación con una deuda acumulada de 20.000 euros y cuyos máximos responsables, Jesús Suárez como presidente y José Luis Montes, ex director provincial de Educación, como vice, están haciendo gestiones para evitar que desaparezca. “Quico” en su día estaba muy ilusionado con el equipo y hasta se gastó más de un millón de euros en construir un nuevo campo de fútbol bautizado con el nombre de “La Roja” en honor de nuestra elección nacional. Pues bien, tal como están las cosas, me temo que el campo municipal va a utilizarse más bien poco en las próximas temporadas. Eso sí, me ha hablado de que si el Cudillero desaparece -de momento no participará en la copa Federación- un grupo de vecinos quiere poner en marcha otro equipo con el nombre de Marino de Cudillero. El caso es que no es nada bueno para los concejos dejar tierra quemada en el ayuntamiento.