Los hay que todavía se dejan engatusar a estas alturas por las amas de llaves del capitalismo, --que ya es ternerle fe -y esperan sentados a ver qué es eso del Nuevo Orden Mundial, del que esperan no se sabe bien qué, ya que ni los inventores lo saben. Ahora bien: en lo que no tienen duda, lo único que los inventores de este enorme agujero negro que ha crecido en cada país tienen claro es que no piensan renunciar a ninguna de las ventajas que todo vampiro aspira a conseguir de sus víctimas: su sangre y su pasividad.
Lo banqueros y sus secuaces del FMI y sus agencias de calificación de riesgos (no de los nuestros) no piensan compartir su granero, no van a permitir democracias participativas directas y van a mandar emplear la fuerza armada cuando los demandantes lúcidos,hambrientos, deshauciados y desesperados se muestren demasiado exigentes. Por tanto, hay que decir muy alto a los incondicionales del Sistema y a los pacientes dormilones: no es posible orden mundial alguno en semejantes condiciones, a no ser el regreso a la esclavitud hacia el que nos dirigimos.
A lo más que estarán dispuestos los señores defensores de esta sangría mundial institucionalizada que tildan de Nuevo Orden, pero es tan viejo como la tos y sus prostituciones ideológicas es a conceder pequeñas migajas que engañen a las mayorías sobre sus buenas intenciones. Pueden cerrar una cárcel, pero abrir otras en secreto o mantener en secreto las que ya están; pueden retirar tropas de un lugar para seguir empleándolas en otro bombardeando naciones (en beneficio de la paz mundial y contra el terrorismo, por supuesto). Pueden contentar a pequeños grupos concediendo pequeñas reivindicaciones engañosas aparentemente progresistas. Y eso es todo, porque quien crea que es posible una revolución social, política y económica como las de antaño sin que cambie su propia conciencia a favor del otro como amigo, como hermano, como compañeros, anda bien errado. La gran lección de la experiencia histórica es que las revoluciones clásicas han fracasado por culpa precisamente de una insuficiente madurez de la conciencia ética y moral de los pueblos, tanto de dirigentes como de bases populares.
¿ A qué tendriamos que renunciar?
Ni unos ni otros hemos sido capaces de renunciar -cada uno a su nivel, claro está- a nuestra parcela egoísta de ambición (aunque dañe a terceros), poder (aunque someta a otros), deseos de riqueza y vida cómoda (a costa de otros), libertad de expresión (ahogando la distinta), libertad de movimientos (impidiendo ejercer la propia a otros). Pero ¿no es esto precisamente todo lo que define al sistema que necesitamos erradicar? ¿no es el egoísmo la clave, en última instancia? ¿No es el mío, mí, para mí, lo que define tan a menudo nuestra conducta personal y la conducta de la pandilla del anticristo a nivel del poder político, económico o religioso? ¿Acaso somos capaces a menudo de ponernos en la piel del otro,y de pensar en hacer con él lo mismo que deseamos que nos hagan?
Mientras no seamos capaces de arrojar de nuestras neuronas el modo de sentir, pensar y actuar de los enemigos de los pueblos ¿no nos representan en alguna medida? A lo peor es eso lo que nos impide que el mundo cambie aunque conozcamos las recetas para sanarle.
Seamos sinceros un minuto con nosotros mismos, pues aunque sólo sea un minuto ya es un minuto dedicado a la revolución de la conciencia: La revolución espiritual
Porque si algo ha quedado claro tras el retorno al capìtalismo de paises que vivieron una revolución política es que o una revolución parte de la conciencia libre de egoísmo, prejuicios culturales y espirituales y sumisión o nunca será posible. Será violenta, los violentos tomarán el poder y vuelta a repetir.
Si somos objetivos y desprejuiciados , veremos que el contenido de esa revolución de la conciencia no está en un dirigente político o en otro, en una doctrina política o en otra, sino en el tan olvidado Sermón de la Montaña de Jesús (del que las iglesias, ricos y políticos abominan, lo que es buen indicador) y en los Diez Mandamientos de la ley mosaica, del que ni judíos sionistas ni falsos cristianos quieren saber nada, aunque los utilicen para su atrezzo teatral ante las masas para aparentar ser dignos de confianza y seguir engatusando. En esos códigos están expresadas las leyes del amor, que son las únicas leyes capaces de conducir al socialismo democrático visto lo visto, las únicas que garantizan el respeto al otro, la justicia y la compasión; las únicas que nos liberan del egoismo, la ambición y el deseo de tener y de aspìrar a dominar a otros.
Creo honradamente que no es posible una nueva humanidad con la pequeña conciencia de siempre de la que se ha nutrido el capitalismo y lo mantiene todavía. Una nueva humanidad exige un cambio de conciencia radical hacia el lado espiritual, pero con la lección aprendida de no someterse a ningún gurú, a ninguna iglesia,a ningún dogma,a ningún diosecillo disfrazado de salvador, pues cada uno de nosotros puede alcanzar a tener en sí su propio aporte a la libertad y salvación del conjunto.
Todos dependemos de todos en este salto hacia una nueva humanidad, si es eso lo que de verdad queremos más allá de los floridos discursos y los doctos análisis que escuchamos o leemos a diario. Y por tanto puede decirse que cada uno es responsable ante la Historia en la misma medida que lo es de sí mismo. Exactamente en esa medida.
Y mientras lo pensamos, ellos siguen haciendo de las suyas y construyendo más telarañas para ya saben qué.
de: Globatium
19 comentarios
# David Responder
07/10/2012 11:56Antes lo reservaba para una persona muy especial. Ahora tengo más satisfacción en compartirlo sin tantas reservas porque voy encontrando muchas personas especiales y es mayor la oportunidad de poder compartir, que la de atesorar para 'alguien' en un futur
# Canción Responder
08/10/2012 21:42Cada día procuro desparramar mi mermelada a todo el que quiera saborearla. Pero ! Ay de aquel que no sepa disfrutarla!. !Cierro el tarro y a correr!!
# estrella Responder
09/10/2012 07:50Guardamos objetos porque son recuerdos , cachitos de vida.Nuestro verdadero ego, a veces no lo externalizamos y también lo guardamos, porque nos lo impide el muro de la timidez, del que dirán.Abramos el bote, tal vez encontremos un bonito TESORO.
# sofi Responder
11/10/2012 16:33Tardé en abrir mi tarro el mismo tiempo que tardé en darme cuenta de que los que lo tienen abierto son más felices. No obstante, lo cierro y mantengo la distancia con infelices y pesimistas: son insaciables y agotadores, para ellos todo esta mal.
# Angel Responder
12/10/2012 12:56La intimidad es la intimidad. Pero para cada uno, lo íntimo se demuestra de distintas maneras: algunos se muestran con toda naturalidad en una playa nudista, otros ( o ellos mismos) se mueren de la vergüenza al decir unas palabras en público, aún vestidos
# mara Responder
13/10/2012 18:32creo que esto está relacionado con compartir el alma, tu interior con los que te encuentras en el camino, y no esperar algo especial para descubrir que tu tiempo se ha acabado y que estas "pasado"
# Luis Responder
14/10/2012 02:03Si, Mara, creo que compartir lo que uno es... es una gran muestra de generosidad y de seguridad en uno mismo. Si sabes entregarte significa que has alcanzado un nivel de madurez, tanto como si sabes aceptar
# Antonio Responder
17/10/2012 15:55La miel, o la jalea real... como metáfora de lo más rico y dulce que uno puede ofrecer... puede que no sea lo más rico y dulce que uno puede probar. A lo mejor, tu miel y mi miel no son tan apreciadas como nosotros creemos que se merecen, podemos ofrecera, pero no nos la comen. Y ésto puede hacer que se nos acidifique y nos amarguemos. Hay que ofrecer lo mejor, pero también hay que recibir.
# Heidi Metal Responder
19/10/2012 14:22Gracias Señor, por haberme dado un tarro casi vacío y no un sucedáneo a espuertas. Librame de los conservantes como de los conservadores, y del hambre como de la gula ajena. Dame una tapa, pero nunca una tapadera.
# Heidi Metal Responder
19/10/2012 14:24Danos el acompañamiento de pesimistas que no nos vendan recetas definitivas en este templo, si no que me ayuden a mantener el espíritu con el que un día elaboré la mía.
# Germán Responder
19/10/2012 18:54Heidi ¿alguien te come el tarro?
# Heidi Metal Responder
20/10/2012 02:18Danos leprosos negativos antes que una Lilith disfrazada de samaritana, aquejada del síndrome de "me echaron porque la seño me tiene manía"
# Heidi Metal Responder
20/10/2012 02:20Mas libranos de los felices y del coro que les alaba, que ungidos de autocomplacencia, nunca harán nada por cambiar algo, pues su mal entendido optimismo es la coartada cobarde para justificar que nada aportan al mundo.
# Germán Responder
20/10/2012 11:41Amén. Pero ¿alguien te come el tarro?
# Heidi Metal TARRORIFICA Responder
22/10/2012 14:35No nos dejes caer en la tentación de ser felices mientras haya hambre a nuestro lado. Aléjanos de quienes nos digan "deja que yo me sacie, y así podré consolarte", pues bien que mojó (su pan) en tu tarro antes que sólo quedase hiel.
# Heidi Metal Responder
22/10/2012 14:36Danos atletas malsanos antes que sanos escapistas, libranos del Facebook y de Punset , el IKEA de la psicología, tanto como de la de las revistas del corazón, y convierte en estatua de sal a quienes mencionan citas de libros que nunca leyeron.
# zzz Responder
22/10/2012 14:39El Señor ese al que le da las gracias. No ves que se lo dio mecio vacio?
# Heidi Metal Responder
25/10/2012 15:14Libranos de quienes hablan de medicación y no de meditación, y aún más de quienes confiesan una revelación cuando deberíamos hablar de re-evolución.
# Heidi Metal Responder
25/10/2012 15:15Cuando este infierno esté lleno de cuentos, los vivos caminarán sobre la tierra. Entre tanto, dormid 8 horas y haced el Camino de Santiago. Amén.