Decía Juan Luis Vives que “no hay riqueza tan segura como un amigo seguro”, y el pasado día 30 de junio, tuve ocasión de constatarlo.
El citado día asistí en el salón de actos del Colegio de Abogados de Oviedo, a la lectura del discurso de ingreso como académico de número numerario de Ramón Fernández-Mijares Sánchez, amigo desde los tiempos de la universidad, compañero de correrías en la Tuna Universitaria y de los viajes subsiguientes por muchos rincones del mundo.
Ningún motivo habría para hacernos eco de este asunto, del que dieron cumplida cuenta los medios de comunicación, si no fuera porque Ramón me hizo sentirme partícipe de sus éxitos al reconocer públicamente mi contribución a la configuración de los tres pilares sobre los que se asentaban los ejes de su intervención: el Seminario Jurídico Gerardo Turiel, que servía de título al discurso; los Módulos de Campo del Derecho Consuetudinario Asturiano; y la revista digital Las XII Tablas.
Ramón, en un gesto que denota la bonhomía que lo caracteriza, reconoció ante un numeroso y distinguido auditorio el papel que desempeñé en la configuración de cada una de estas tres creaciones. Podía haberlo silenciado para monopolizar la gloria del momento, pero no lo hizo. Quiso compartir conmigo, como buen y fiel amigo que es, la atención de los focos.
En lo que atañe al Seminario Gerardo Turiel, no tuvo inconveniente alguno en atribuirme su paternidad, dato, por otro lado, cierto.
En efecto, en el transcurso de una conferencia que estaba impartiendo en el despacho de Ramón sobre la Compilación del Derecho Consuetudinario Asturiano y como quiera que el fallecimiento de nuestro común amigo Gerardo Turiel había acontecido el día anterior, propuse, y así fue aceptado, que las jornadas jurídicas que venían desarrollándose desde años atrás, pasarán a denominarse Seminario Jurídico Gerardo Turiel, y que tal denominación se extendiera a la dependencia del Despacho que servía de marco a las mismas.
Me siento muy orgulloso de haber contribuido a la perpetuación en la memoria de los juristas asturianos del recuerdo del que fuera mi maestro, amigo y confidente, Gerardo Turiel.
¡Qué decir de los Módulos de Campo del Derecho Consuetudinario Asturiano!. Vamos por la VII edición y cada día son más los interesados en asistir.
Se trata de estudiar en cada uno de ellos una o más figuras del Derecho Consuetudinario Asturiano, visitando a tal efecto los lugares en los que se practica para verificar ictu oculi y constatar así –como ya tuvimos ocasión de hacer quienes realizamos la investigación que desembocó en la Compilación- que en nuestra Comunidad Autónoma coexiste, junto al derecho común escrito y codificado, un derecho de cuño consuetudinario que está vivo por el que se gobiernan relaciones jurídicas no permeadas por el derecho común.
La revista Las XII Tablas es quizá mi obra más querida y es trasunta de la Compilación del Derecho Consuetudinario Asturiano.
Vengo colaborando con periódicos y revistas desde hace más de cuarenta años y siempre tuve la ilusión de tener una revista propia.
Creé la revista Las XII Tablas en el año 2008. Elegí ese nombre como homenaje a la Compilación del Derecho Consuetudinario Asturiano. Las XII Tablas del Derecho Romano fueron la primera manifestación escrita de las costumbres romanas que regían las relaciones entre plebeyos y patricios. Siendo esto así, también lo era que la Compilación del Derecho Consuetudinario Asturiano era la primera manifestación escrita de las costumbres jurídicas vigentes en Asturias. En virtud del principio de paralelismo, qué mejor homenaje a nuestro derecho propio que bautizar la revista con el mismo nombre que la compilación consuetudinaria del Derecho Romano.
La revista se editó originariamente en papel hasta que pasó a residenciarse en el despacho de Ramón y a tener formato digital como complemento al Seminario y a los Módulos de Campo, conformando una suerte de trilogía jurídica sin parangón, que sirve de vehículo de expresión de nuestras costumbres y de cauce de manifestación del debate jurídico político.
La revista ha publicado hasta ahora ciento cuarenta artículos de los cuales me cabe el honor de ser autor de ciento veinticinco. Recibe una media de mil visitas al mes de todos los rincones del mundo, según se puede constatar en Google Analytics.
El protagonista del acto era Ramón, pero su generosidad me hizo compartir honores.
De ahí que cuando hablo de Ramón no necesito decir que es un amigo verdadero; referido a él, “verdadero” es una redundancia.