Es muy preocupante la tendencia que se observa en los países del norte europeo, otrora símbolo de multiculturalidad y concordia, hacia posiciones excluyentes y xenófobas. También, en los últimos meses, se han recibido informaciones relativas a ciertos grupos de jóvenes franceses y alemanes que no están de acuerdo, por lo visto, en que sean sus países los que deban contribuir principalmente a subsanar los “desmanes griegos” y de otros países “periféricos” de la Unión.
A todos ellos convendría hacerles memoria del colonialismo y de los beneficios que como metrópolis obtuvieron durante tanto tiempo y que les han permitido alcanzar altos niveles de progreso.
Memoria en Alemania, sobre todo, por las heridas de dos terribles guerras mundiales. Memoria del Plan Marshall cuando, por su culpa, lo habían perdido todo.
Memoria de quienes han sido los principales responsables, en Grecia y en España, de políticas de “burbujas” financieras, que ahora deben afrontar los gobiernos actuales.
Pero memoria, muy en especial, de la visión de los “padres” de la Europa de la concordia y de la integración que ahora algunos advenedizos cómodamente instalados en sus “locomotoras” pretenden olvidar: recordar a Jean Monet, a Konrad Adenauer, a Robert Schumann… quien en 1950, indicaba lúcidamente –cita que me interesa repetir- que Europa se construiría sólo por “esfuerzos creadores”.
Hay que inventar la Unión Europea que hoy el mundo necesita con apremio. Hay que dejar a un lado la cultura de la exclusión, la animadversión y la asimilación, favoreciendo una cultura de encuentro, comprensión, inclusión.
Acabamos de presenciar, consternados, la matanza acaecida en Noruega. Ha sido un loco. Habitamos la Tierra más de 6 mil 800 millones de personas y actos como éste entran, por desgracia, en la alta probabilidad. Menos mal que no era islámico. Era un nativo perturbado xenófobo. Creo que no hubieran tenido que reproducir su imagen ni su nombre. Estos dementes aspiran frenéticamente, en su delirio, a conseguir perversas formas de ostentación pública.
Tomen nota los que en Francia, en Alemania y otros muchos países “avanzados” adoptan ahora posturas ultra, racistas, partidistas…
Hoy la humanidad requiere, con urgencia, ocuparse conjuntamente de los grandes desafíos: igual dignidad humana, medio ambiente… Ciudadanos con conciencia global, sabedores de que todo ser humano vale lo mismo.
Sólo así tendremos –con memoria solidaria- una Europa emancipada en su seguridad, federada en su economía, referencia democrática en todo el mundo, que requiere con urgencia que la Unión Europea esté en la vanguardia de las transformaciones sociales que la “marea virtual” movilizará de todos modos, y que ni los Estados Unidos ni, desde luego, China están en condiciones de liderar.
La memoria solidaria europea podría poner, en estos momentos de tantas expectativas, de tantas luces y sombras, las riendas del destino común en sus manos.
A todos ellos convendría hacerles memoria del colonialismo y de los beneficios que como metrópolis obtuvieron durante tanto tiempo y que les han permitido alcanzar altos niveles de progreso.
Memoria en Alemania, sobre todo, por las heridas de dos terribles guerras mundiales. Memoria del Plan Marshall cuando, por su culpa, lo habían perdido todo.
Memoria de quienes han sido los principales responsables, en Grecia y en España, de políticas de “burbujas” financieras, que ahora deben afrontar los gobiernos actuales.
Pero memoria, muy en especial, de la visión de los “padres” de la Europa de la concordia y de la integración que ahora algunos advenedizos cómodamente instalados en sus “locomotoras” pretenden olvidar: recordar a Jean Monet, a Konrad Adenauer, a Robert Schumann… quien en 1950, indicaba lúcidamente –cita que me interesa repetir- que Europa se construiría sólo por “esfuerzos creadores”.
Hay que inventar la Unión Europea que hoy el mundo necesita con apremio. Hay que dejar a un lado la cultura de la exclusión, la animadversión y la asimilación, favoreciendo una cultura de encuentro, comprensión, inclusión.
Acabamos de presenciar, consternados, la matanza acaecida en Noruega. Ha sido un loco. Habitamos la Tierra más de 6 mil 800 millones de personas y actos como éste entran, por desgracia, en la alta probabilidad. Menos mal que no era islámico. Era un nativo perturbado xenófobo. Creo que no hubieran tenido que reproducir su imagen ni su nombre. Estos dementes aspiran frenéticamente, en su delirio, a conseguir perversas formas de ostentación pública.
Tomen nota los que en Francia, en Alemania y otros muchos países “avanzados” adoptan ahora posturas ultra, racistas, partidistas…
Hoy la humanidad requiere, con urgencia, ocuparse conjuntamente de los grandes desafíos: igual dignidad humana, medio ambiente… Ciudadanos con conciencia global, sabedores de que todo ser humano vale lo mismo.
Sólo así tendremos –con memoria solidaria- una Europa emancipada en su seguridad, federada en su economía, referencia democrática en todo el mundo, que requiere con urgencia que la Unión Europea esté en la vanguardia de las transformaciones sociales que la “marea virtual” movilizará de todos modos, y que ni los Estados Unidos ni, desde luego, China están en condiciones de liderar.
La memoria solidaria europea podría poner, en estos momentos de tantas expectativas, de tantas luces y sombras, las riendas del destino común en sus manos.
11 comentarios
# Serafín Responder
28/09/2012 16:01Esto tuvo que ocurrir fuera de España ¿no? Seguramente que los de Park Avenue, piensan de manera diferente que los del Parque Isabel La Católica.España es diferente y Gijón con sal.Aquí lloramos con 'Sálvame de luxe' por si no tenemos bastante con la vida
# cupido Responder
28/09/2012 17:28El último día de mi vida, no a mis cien años,sino a mis taytantos, me gustaría conducir ese coche que me gusta. luego me gustaría pasar la noche entera con esa mujer, invitarla a un restaurante, acostarme con ella, descubrir cómo es el cielo antes de morir.
# Canción Responder
28/09/2012 19:09Si te falta la salud, porque vas a morir, lo más importante es el amor: De tu amante, amigos, familia..Sentirse querido es el motor que te impulsa a vivir, y morir en paz
# romeo Responder
28/09/2012 22:37Si una fatalidad me quitase la vida, aparte de no terminar el proyecto..., hay cosas que no le he dicho, que a lo mejor le gustaría saber...y que también, por eso, me dejo mi vida incompleta.Se lo voy a decir hoy, por si acaso.
# Manuel Responder
30/09/2012 12:30Hace tiempo que las relaciones con mis padres no va. Llevarle flores al cementerio luego no va a arreglar los problemas y hacer que sepan ahora que yo
# Heidi Metal Responder
30/09/2012 21:50Cuando llegue mi momento, espero seguir alegrándome, como cada día de mi existencia ,de no tener nada pendiente que decir a quienes han ido pasando por mi vida, nada que no haya dicho ya. Con o sin diplomacia, y siempre sin mentir. No puedo decir más.
# Norman C. Responder
30/09/2012 22:58La gran tragedia de la vida no es la muerte.La gran tragedia de la vida es lo que dejamos morir en nuestro interior mientras estamos vivos.
# sofi Responder
01/10/2012 10:05Si pudiese elegir, mis últimas horas de vida las pasaría exactamente igual que la tarde de ayer; en el mismo lugar y con las mismas personas, las de siempre.
# estrella Responder
03/10/2012 08:01Si sólo me quedarán unas horas de existencia, daría muchos abrazos, a todos los que abrazo día a día y también a los que tal vez ,en el día a día, por las malas costumbres o por las prisas, tengo más olvidados.
# mara Responder
04/10/2012 14:33para este post has elegido a uno de mis pintores favoritos, porque es de Hopper, verdad?
# José Ángel Caperán Responder
06/10/2012 19:13Garcias a tod@s por vuestra participación. Sí Mara, nada mejor para representar a la protagonista de esta historia que un cuadro de Hopper