Cierto rotativo internacional titulaba así ayer: “La roja” de España también abdicó”. Pues así ha sido lo que ha dejado con el trasero al aire a anunciantes y cadenas de televisión amén de un país que creía repetir el éxito del campeonato de Sudáfrica. En un principio, tras la vergonzante derrota ante Holanda, la Federación Española de Fútbol aplazó el avión de invitados -ejecutivos, familiares de jugadores, etc.- previsto para ir a Brasil. Solo viajaron el lunes en vuelo regular cuatro altos ejecutivos de dicho organismo y el psicoesteta Ramiro Fernández. Apenas estuvieron unas horas en Río de Janeiro. Tras la derrota ante Chile cogieron el avión de vuelta huyendo del funeral en que se convirtió “la roja”. Ramiro Fernández ya está hoy de nuevo en Oviedo muy cariacontecido, por supuesto, y sin haber podido meter tijera a alguna de las cabelleras de los jugadores. Algunos le acusan de haber sido autor de un mal fario cuando antes del traslado a Brasil estuvo con la selección en Las Rozas y en el partido amistoso que jugaron en Sevilla. Dicen los mal pensantes que al cortarles tan bien el pelo les quitó fuerza como en su día le ocurrió a Sansón. Desde luego a quien no tocó ni un pelo fue a Diego Costa que se disculpó con el psicoesteta ya que un peluquero de su confianza le había tratado unos días antes.

El ciclo de “la roja” se ha acabado comenzando por el bueno de Del Bosque. El querer quedar bien con los jugadores que le encumbraron a la gloria con un campeonato del mundo y dos eurocopas ha sido su tumba. La mayoría de los intocables llegaron a Curitiba como el motor gripado tras haber rodado muchos kilómetros en varias competiciones meses atrás. Además, la apuesta por colocar a Diego Costa como delantero puro falló además de romper el esquema del tiki taca de la selección. Encima Iker Casillas mostró una alarmante baja forma producto de no haber sido portero titular en el Real Madrid en la pasada liga. Por supuesto que ya no habrá avión de invitados de la Federación a Brasil. A jugar el lunes contra Australia a ver si salvamos la honrilla y en cuanto el árbitro de el pitido final, maletas al hombro y regreso a Madrid.

Siguiendo con el fútbol pero a nivel doméstico el Real Oviedo ha salvado el set ball financiero con el préstamo que su accionista mayoritario, el grupo mexicano CARSO de Carlos Slim, el segundo hombre más rico del planeta, le concede. Son 300.000 euros para poder liquidar en tiempo y forma parte de la deuda con Hacienda y la Seguridad Social y poder tener unos miles de euros en caja a fin de pagar nóminas y proveedores. Tal como van las cosas a finales de año creo que el Real Oviedo no tendrá otra salida que realizar una ampliación de capital. A todo esto el equipo continúa sin entrenador mientras el máximo responsable deportivo Carmelo del Pozo -como le ha comido completamente la moral al mexicano Joaquín del Olmo- está deshaciendo la plantilla que él mismo hizo hace un año para sustituir los diez o doce jugadores que ahora se van por otros tantos. ¿Un equipo de la cantera había prometido?. Ni en broma, ya se ha comenzado la misma liturgia de siempre: Traer deshechos de tienta de los lugares más insospechados del país. Para empezar un lateral zurdo de 33 años que estaba en el Murcia. Eso sí, al bueno de Cervero casi se lo carga y solo porque el chaval accedió a rebajarse el sueldo un 30 por ciento seguirá en el club. El veterano Esteban ganaba en el Almería, donde tenía aún contrato, 60 millones de la antiguas pesetas. Aquí no llegará ni a la cuarta parte pero su fichaje va a ser bastante costoso para este club de segunda B con estructura de un primera división. El consejo de administración, “Los tres mosqueteros” como se les conoce con sorna en la ciudad, están como apartados viendo como Joaquín del Olmo y Carmelo del Pozo hacen y deshacen. El ayuntamiento, segundo accionista, calla mientras corre con todos los gastos de mantenimiento del Carlos Tartiere. Como en marzo próximo hay elecciones municipales estoy seguro que Agustín Iglesias Caunedo que ve la yerba crecer hará algún gesto de ayuda cara a la afición azul. Son muchos votos en juego y no hay que dar bazas a Podemos.