El movimiento 15M no ha nacido negociando, ni pidiéndole al sistema nada. Y están muy orgullosos de ello, porque no le deben nada, ni a los medios, ni a los políticos corruptos, ni al estado….ni a Dios.
Dicen No a un sistema e Indignados se han echado a la calle, han parado el “pulso normal” cotidiano y se han plantado con la no-violencia ante el sistema corrupto establecido.
La No-violencia en términos de acción es vacío al poder, no colaboración con las leyes injustas, insumisión, protestas y marchas demostrativas, hasta que el “poder” no tenga más remedio que ceder y abandonar.
La no colaboración con el sistema, no se hace pasivamente, sino todo lo contrario con la acción, la divulgación y la movilización.
Y se es tan cómplice del sistema aquel que colabora con él, como ese otro que mira para otro lado y en su conciencia se justifica diciendo que no se puede hacer nada.
La no violencia lejos de una postura pasiva es un compromiso moral y de acción contra todo aquello que produce dolor y sufrimiento en millones de seres humanos.
Recuerdo la India y las protestas y movilizaciones del movimiento del Ahinsa o No-Violencia encabezados por Ghandi, (Ghandi-ji, alma grande). También la lucha por los derechos civiles de los negros encabezadas por Martin L. King.
Y recuerdo las enseñanzas de Silo y su ejemplo, su valentía cotidiana y su divulgación por los 5 continentes de la No-violencia y su metodología de acción.
El 15M es un definitivo No al sistema, quieren otro mundo y otro ser humano, y sin representar a nadie, para muchos si representan la esperanza del futuro, que estaba adormecida, sino es que estaba apagada.
Sorpresa, primero. Aceptación, después. Y entusiasmo y apoyo que ha corrido como un caudaloso río entre las distintas generaciones, madres, padres, hermanos, abuelas y abuelos. Y en distintas plazas del mundo ese entusiasmo decidido ha tenido eco.
Y se sigue avanzando.
Por otro lado, políticos oportunistas, demagogos y hasta ingenuos han querido y quieren aprovechar esta revuelta poética, (porque es una poesía lanzada al aire, a las plazas y al mundo), para trasladar y conseguir sus mezquinos intereses….cuando no para confundir, y como es sabido, así piensan y actúan, a rio revuelto ganancia de pescadores….
Pero ellos, los oportunistas, claro, no entienden de poesía. No entienden porque no la sienten y como mucho tan solo logran quedarse en la letra.
Pero claro, pedirle a un pragmático que sienta la poesía, es como pedirle a un asno que vibre con la novena de Bethoven. O a un político que viaje en metro. O a un banquero que deje de robar. O a un curita que cuelgue la sotana y abandone esa organización que representa la más sanguinaria de la historia humana.
Es el espíritu humano el que de nuevo encarna en esta maravillosa generación. ¡Despierta!
No es la letra, sino el espíritu del asunto.
Así pues, decíamos, este movimiento humano, no ha nacido para pedirle nada al sistema, ni para negociar, ni para hacer un referéndum y pedirle al estado, al poder, que lo escuche. ¡No!
Habrá muchas sensibilidades en este movimiento e incluso muchas tendencias, pero en su germen ha nacido con un NO rotundo al sistema y la no aceptación de su juego, de su falsa democracia, de su corrupción y sus prácticas demagógicas y truculentas.
Han dicho: ¡ya basta! y se han puesto a la acción, a ello.
Vacío al poder, a la política, a los mercados. ¡No nos representan!
Será por esta postura y esta práctica tan clara y sin medianías, por lo que muchísima gente de toda condición adhiere y simpatiza con este movimiento y sus protestas. En todo el mundo.
Tamaña osadía, valentía, decisiva compasión por los otros y no solo por uno mismo.
Todo esto está muy lejos de esas cosillas de ”política a corto plazo”, de “corto alcance” decimos otros. Nada que ver con eso. Nada que ver con el pragmatismo.
Recuerdo ahora un pequeño documento emitido el 5 de abril de 1993, escrito por Silo y conocido por El Documento Humanista, después este documento formó parte del libro Cartas a mis amigos, del mismo autor, traducido a las más importantes lenguas de todo el mundo. En él, en su primera parte se dice:
“….Los humanistas son internacionalistas, aspiran a una nación humana universal. Comprenden globalmente al mundo en que viven y actúan en su medio inmediato. No desean un mundo uniforme sino múltiple: múltiple en las etnias, lenguas y costumbres; múltiple en las localidades, las regiones y las autonomías; múltiple en las ideas y las aspiraciones; múltiple en las creencias, el ateísmo y la religiosidad; múltiple en el trabajo; múltiple en la creatividad.
Los humanistas no quieren amos; no quieren dirigentes ni jefes, ni se sienten representantes ni jefes de nadie. Los humanistas no quieren un Estado centralizado, ni un Paraestado que lo reemplace. Los humanistas no quieren ejércitos policíacos, ni bandas armadas que los sustituyan.
Pero entre las aspiraciones humanistas y las realidades del mundo de hoy, se ha levantado un muro. Ha llegado pues, el momento de derribarlo. Para ello es necesaria la unión de todos los humanistas del mundo…..”

Bien, algunos amigos preguntan qué hacer y cómo, muchos emiten su opinión.
Para mí está bastante claro, y expreso mi opinión, haga cada cual como quiera, adhiera, rechace, entusiásmese o sienta rechazo y disgusto, colabore o métase a trabajar junto a los jóvenes en este fresco y maravilloso arco iris lanzado hacia el futuro. Haga como quiera, como mejor lo sienta.
Exprese su opinión, mézclese, agítese como en una coctelera que es sano, ……
Solo pido una pequeña cosa: …hable y haga en su nombre lo que quiera.
Y recuerde: “….Los humanistas no quieren amos; no quieren dirigentes ni jefes, ni se sienten representantes ni jefes de nadie….”

Fuente: Globatium