Es lo que pasa por tener la cabeza en otro lado, quiero decir que esta mañana sufrí una experiencia curiosa que no me resisto a comentar y es que iba sobre las 12,30 horas camino de mi domicilio por la calle Santa Susana cuando me adelanta una “lechera” de la Policía Nacional indicándome que pare. Se baja el policía conductor y tranquilamente me pregunta sino me había dado cuenta de lo que acababa hecho. La verdad es que no tenía ni idea pero el atento funcionario, tras indicarme que no me iba a sancionar, simplemente me advertía de que había pasado en rojo el semáforo en el peligroso cruce de la Avenida Calvo Sotelo con la calle Santa Susana con la suerte, por supuesto, de que no bajaba coche alguno. Además mi “santa” iba de copiloto con lo que en caso de accidente le hubiera dado de lleno, como el propio policía me indicó. Le prometí al agente que no se producirá jamás semejante despiste, atribuible posiblemente a lo impactado que aún estoy por la intervención de nuestros diputados en el Congreso, pero quiero resaltar la actitud de servicio y atención que esa patrulla dio llamándome la atención y teniendo el detalle de interrumpir su viaje para hacer que mi cabeza volviese a su sitio.
Viene todo esto a cuento para reflexionar el papel de servidores que deben detener los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado hacia los ciudadanos. Problamente deba ser la Policía Local la más versada en ese servicio pero la presencia de la Nacional también es importante en las ciudades y está actitud de prevención o aviso ante posibles faltas -la mía la reconozco sin paliativos- hace elevar la moral y el reconocimiento del ciudadano de a pie, en este caso, en coche.
Pero vayamos con el pálpito de la actualidad. Creo que a la alcaldesa de Avilés Pilar Varela la decisión del juez de que continúe imputada por el caso Niemeyer frente a la posición del fiscal que pedía liberarla de tal decisión judicial la coge ni más ni menos que en Senegal. Mal asunto para Varela. No solo a ella sino a colaboradores directos suyos también se les imputa y digo lo de mal asunto porque puede costarle, de prolongarse la situación, ser nominada por su partido, el PSOE, como candidata para una nueva legislatura. Además en las conclusiones que la comisión de la Junta General del Principado acaba de presentar sobre el caso Niemeyer a través de su presidente, el diputado popular Alfonso Román, se señalan como culpables del desaguisado de gestión del citado centro cultural al entonces presidente del Principado Vicente Alvarez Areces, hoy senador, y a la propia alcaldesa citada además del que fue gerente Natalio Grueso y secretario de la Fundación José Luis Rebollo.
El Niemeyer, bajo la responsabilidad de la sociedad pública RECREA que preside el vice consejero de Cultura Alejandro Calvo, funciona en la actualidad de manera eficiente y discreta huyendo de los grandonismos aplicados en los primeros tiempos. Precisamente estamos esperando la decisión tomada hace unos meses por el presidente Javier Fernández de trasladar las instalaciones de RECREA y de la Sociedad Regional de Turismo desde la Universidad Laboral en Gijón donde actualmente se encuentran hasta los locales que se han adquirido, creo por el método de alquiler, en la calle Santa Susana de Oviedo. Se había hablado para llevar a cabo el trasladado de junio pero a mitad de mes el personal afectado aún no sabe nada. Puedo entender que en estos momentos las mayores sinérgias de la Administración autonómica las lleva el arranque del nuevo HUCA y el traslado desde el viejo pero no se debe dejar pudrir planes de mejora y de atención al ciudadano que es lo que hoy, por distintas razones, ocupa mi comentario.
