Siempre, desde mi lejana niñez tuve un perro en mi casa, y lo sigo teniendo. Su compañía me ha sido siempre necesaria, imprescindible. Ha habido ocasiones en las que tener un perro me ha causado problemas alrelacionarme con otras personas que no querían compartir conmigo el afecto que yo les he tenido a los canes con los que he convivido.
Los que no han compartido su vida con alguno de estos admirables animales se preguntará qué vemos en ellos quienes les amamos tanto. Trataré de explicarlo, en lo que a mí respecta.
Son los ojos, entre otras muchas peculiaridades esenciales, los que hacen extraordinarios a los llamados: “mejores amigos del hombre”. Los ojos de los perros expresan todavía lo que, los ojos de muchos humanos han dejado de expresar. Los ojos de los perros que comparten tu vida, te muestran siempre fidelidad, tristeza cuando estás triste, alegría cuando te alegras y consuelo cuando por avatares de tu existencia lo necesitas. Por todo lo anterior, los ojos de los perros me fascinan, me conmueven, me maravillan. En ellos puedo ver reflejados los mejores sentimientos que existen en los seres vivos, y que los perros todavía siguen conservando, mientras buena parte de otros seres vivos han perdido.