El próximo lunes a las 19,30 horas en el Palacio Conde de Toreno de Oviedo se inaugurará la exposición “EFE, 75 años en fotos”. La agencia estatal de noticias EFE cuyo capital, como el de HUNOSA, pertenece a la SEPI, cumple 75 años de periodismo en la calle siendo además cuarta en el mundo por lo que ahora EFE pasea por España esta pequeña pero intensa muestra gráfica de los 17 millones de imágenes que guarda en sus archivos. Entre ellos muchos momentos históricos que han quedado para el recuerdo en Asturias donde abrió su primera delegación hace cuatro décadas.
Al acto asistirá el actual presidente de EFE, el periodista José Antonio Vera que fue director del diario La Razón y al que los expertos consideran como uno de los más influyentes c0municadores en nuestro país. Supongo que al acto también asistirá el presidente del Principado Javier Fernández y el alcalde de Oviedo Agustín Iglesias Caunedo. EFE ha sido, es, una agencia de noticias muy arraigada en el Principado. En mi extenso pero modesto curriculum figura haber sido corresponsal de la misma en Asturias en los heroicos años de la década de los 60 cuando comenzaba mis primeros ejercicios como reportero en el diario Región. Creo recordar que fue aquel excelente fotógrafo Florencio Sierra quien me ficho para EFE. El desempeñó durante muchos años en Asturias la parte gráfica y luchaba a brazo partido con los primeros aparatos portátiles de transmisión de fotos por teléfono a la central de Madrid mientras yo, como el resto de los corresponsales, enviamos las noticias, lo más condensadas posibles por teléfono a Madrid donde en la redacción central un paciente colega nos la tomaba a mano y en taquigrafía. Antes de mi hubo un mítico corresponsal de EFE en Asturias, un periodista de Proaza, singular y que siempre me recordó a John Wayne, incluido su pitillo colgado eternamente de la comisura de los labios mientras chateaba en Los González en la calle de San Bernabé. Se trataba de Luis Puente, redactor de local de La Nueva España, quien todos los días a última hora de la mañana se reunía en el citado establecimiento, desaparecido hace años, junto con sus otros dos colegas de la competencia: Julio Ges de Región y Enrique Alvarez de La Voz de Asturias. Como entonces no existía la ferocidad de las exclusivas como ocurre ahora además de chatear se intercambiaban noticias -la censura hacía a los periódicos muy uniformes en sus contenidos- y también los datos para una sección ya desaparecida de los diarios locales, el Registro Civil, donde cada día se publicaban los nacimientos, muertes y bodas, ocurridos en la ciudad. Por ella supe un día, manejando la hemeroteca, que el día en que yo nació en Oviedo también lo hicieron otros tres ciudadanos.
En mis tiempos lo que EFE tenía en Oviedo era una simple corresponsalía que con el paso del tiempo se convirtió en delegación -actualmente ubicada en la primera planta de un edificio en la calle Milicias Nacionales, concretamente encima de La Mallorquina- con un delegado al frente, varios fotógrafos y cinco o seis periodistas. A lo largo de esos 40 años fueron varios los colegas que tuvieron la responsabilidad de la delegación pero creo que solo uno, Ceferino de Blas, hoy jubilado del Faro de Vigo, fue asturiano. Sin duda la etapa más brillante de EFE fueron los años a cuyo frente como presidente estuvo Luis María Ansón, artífice de su lanzamiento internacional, especialmente en el mundo hispanoamericano. Un periodista de Turón, Zoilo, hoy ya jubilado, fue una de las estrellas de EFE en Hispanoamérica, afincado en Panama, y un brillante y joven colega ovetense, Fernando Mexía, pertenece actualmente a la delegación que la agencia EFE tiene en la ciudad norteamericana de Los Angeles.
Hubo buenos periodistas asturianos en EFE en los últimos 40 años, desde luego, y hoy sé que en cargos administrativos trabaja una licenciada de la Universidad de Oviedo, Gloria Mena, eficaz donde las haya, a la que tuve a mis órdenes como becaria en la dirección de comunicación de HUNOSA. Curiosamente mi último contacto con la agencia tuvo lugar hace años en un juzgado de Oviedo cuando acudí como testigo de una compañera, Carmen Menéndez, que tenía un litigio laboral con la dirección. La parte positiva de aquel tema fue que me reencontré después de años con un buen amigo, el escritor Fernando Vizcaíno Casas a quien le había hecho tiempo atrás varias entrevistas y era el abogado de la agencia. Por cierto, perdió el juicio.
Como una de las anécdotas de aquel periodismo en los años del tardo franquismo recuerdo que un verano se extendió por el concejo de Aller el rumor de que en la zona de Felechosa el vecindario se había encontrado con una enorme serpiente que traía a todos asustados y al que la llamaban el cuelebre. Para allí fuimos Florencio Sierra y un servidor recogiendo opiniones pero no tropezarnos con el bicho ni por asomo, pero la noticia se distribuyó por todo el país y a los dos días recibo un telegrama de la central, y que aún tengo guardado por algún rincón de la casa, en el que me decían textualmente: “Interesa reportaje captura monstruo. A ser posible fotos primer plano. El ABC las quiere“. Pues sí que llevan a años esperando.