Dos asturianos, elegidos por los pelos en sus respectivas formaciones -Izquierda Unida y PSOE- en el último puesto que obtiene escaño para el nuevo parlamento europeo, estarán cinco años entre Bruselas y Estrasburgo como consecuencia de los resultados electorales de ayer, domingo. Se trata del joven socialista Jonás Fernández -Iba en el puesto 14, el último logrado por la candidatura del PSOE- y Angela Vallina que iba en el puesto sexto de Izquierda Unida, también la última elegida en la candidatura de la coalición de izquierdas. Así pues queda descolgado el gijonés del PP Salvador Garriga -iba en el 22-, uno de los veteranos del hasta ahora grupo conservador en Bruselas.
La derecha ha ganado en Europa y en España pero con pérdida de muchos votos y cerca de 65 escaños a nivel del parlamento europeo. En España el PP, ganador, sí, pero de 22 escaños se ha quedado en 16, dos por encima del PSOE que ha sufrido también una fuerte varapalo. Vamos, que lo que habían apuntado muchos analistas se ha cumplido: Estamos ante el principio del fin del bipartidismo a menos que Mariano Rajoy y el futuro pero inmediato nuevo líder socialista hagan algo de aquí a mayo próximo cara a las elecciones autonómicas y locales ya que, desde luego, un adelanto de las elecciones generales por parte del Partido Popular es totalmente descartable conociendo como conocemos a Mariano Rajoy.
Por poco pero el PSOE ha vuelto a ser la fuerza más votada en Asturias, seguida de cerca por el Partido Popular con unos resultados que le van a dar un buen respiro a su líder, la abogada Mercedes Fernández. Tras conocerse los resultados también estaba muy contento el senador Isidro Fernández Rozada y no solo por el triunfo de su partido en España y el buen resultado en el Principado sino también porque el equipo de Villaviciosa, el Lealtad que entrena su hijo, ayer logró el ascenso a segunda B. Así que la próxima temporada a jugar con el Real Oviedo. Enhorabuena.
Desde el punto de vista regional la única candidatura totalmente asturiana, la de Foro Asturias que presidía Argimiro Rodríguez, apenas logró un 4 por ciento de los votos y obtuvo más fuera de Asturias que en la propia región, muy lejos, por supuesto, de su oponente directo, el Partido Popular. Es cierto que nadie creyó ni por un momento en la posibilidad de que obtuviese un escaño, no, pero sí había cierto morbo en ver la comparación de votos entre los dos partidos de la derecha asturiana y en esta confrontación se ha decantado claramente a favor del PP que se sitúa, al menos moralmente, de nuevo como la segunda fuerza política asturiana. Al igual que en muchos otros lugares de España la sorpresa fue el partido de nuevo cuño, apenas nacido hace cuatro meses, Podemos, liderado por el tertuliano y profesor de Ciencias Políticas Pablo Iglesias, a quien la nueva eurodiputada asturiana Angela Vallina vino calificando durante la campaña como submarino del PSOE, y que da la sensación de ser aire fresco al viciado panorama político tradicional. Cuando se presentaron en un acto en el auditorio Príncipe Felipe de Oviedo ya me sorprendió que congregasen unas mil personas y no todas precisamente jóvenes. PP fue la candidatura más votada en Oviedo -que el alcalde quiera quitar la grúa a lo mejor influyó- y el PSOE en Gijón, ojo al dato, señora alcaldesa. Por la noche, en la sede de Foro dio la cara el candidato Argimiro Rodríguez pero al general secretario no estuvo ni se le esperaba. Bien también el partido de Rosa Díaz, UPyD, y ahora toca ver los movimientos y coaliciones en el nuevo parlamento europeo al que solo un acuerdo entre populares y socialistas, como ocurre en Alemania, permitirá al bipartidismo atrincherarse ante la aparición de nuevas formaciones, muchas de ellas claramente euroescépticas