Hoy, último día de la campaña electoral para las elecciones al parlamento europeo, podemos decir sin miedo a equivocarnos que ya está todo el pescado vendido. Por lo tanto que sea lo que las urnas quieran. Los europeos el domingo elegiremos un nuevo parlamento para cinco años -esta vez con algunas atribuciones más, pero no las suficientes, que en anteriores legislaturas- que se compondrá de 751 eurodiputados de los que 54 aportará España. En una Unión Europea compuesta de 28 países y 500 millones de habitantes 400 tienen derecho al voto pero todos los analistas, entre los que modestamente me incluyo, vaticinamos una muy alta abstención. La campaña se ha caracterizado por su bajo tono, con balones fuera de los dos principales candidatos, el ex ministro de agricultura Miguel Arias Cañete y la número dos del PSOE Elena Valenciano y con el voluntarismo de los pequeños partidos. Como bien dijo en más de una ocasión estos días el líder de Izquierda Unida Cayo Lara, lo del domingo no va a suponer el fin del bipartidismo pero puede ser su inicio. No olvidemos que para el año que viene nos toca elegir corporaciones municipales y el parlamento asturiano y al siguiente, en el 2016, nuevo gobierno de España. También se ha caracterizado esta gris campaña por la falta de medios por parte de los partidos, que no se han gastado lo que se dice un euro en publicidad, ni en los medios ni en vallas como ocurrió anteriormente, y además han llevado los mítines a lugares pequeños, huyendo, sabedores del hastío de la opinión pública, de palacios de congresos y similares.
Por fortuna estamos en democracia y cada uno es libre de hacer el domingo lo que quiera, incluso no votar. Personalmente yo sí meteré la correspondiente papeleta en la urna de una de las mesas electorales ubicada en el colegio de las Dominicas de Oviedo. Al fin y al cabo no olviden que la abstención, puede superar el 70 por ciento, es algo que favorece a los partidos en el poder. No creo alcanzar la categoría de adivino si barrunto que en Asturias ganará la izquierda, quiero decir el PSOE -probablemente será el partido más votado- e izquierda Unida. La pregunta del millón es que ocurrirá con las formaciones de derechas. ¿Quien obtendrá más votos pasado mañana?. ¿Foro Asturias o el Partido Popular?. El partido que lidera Francisco Alvarez-Cascos, con un profesor, Argimiro Rodríguez, al frente de la candidatura, es el único que presenta eso, una candidatura totalmente asturiana pero, por supuesto, estará lejos de obtener los más de 300.000 votos que le darían un eurodiputado en Bruselas. Desde el punto de vista asturiano puesto seguro lo tiene el joven ovetense Jonás Fernández del PSOE. Tiene también posibilidades de salir la alcaldesa de Castrillón Angela Vallina -va en el puesto seis de IU- y el gijonés Salvador Garriga que situado por su partido, el PP, en el puesto 22 puede repetir legislatura. Desde el punto de vista veremos lo que ocurre a Unión, Progreso y Democracia en Asturias y también a esa nueva formación, Podemos, de Pablo Iglesias que en determinados círculos sociales ha levantado bastante expectación.
Lo dicho, serán las del domingo -los resultados se sabrán a las 23,00 horas- unas elecciones que no pasarán a la historia pero Europa, no lo olviden, si puede hacer que seamos nosotros, España, quienes pasemos a peor vida.