Mala utilización de las redes sociales

Cierto que estamos en el siglo de la comunicación con el fenómeno de las redes sociales a la cabeza que cuando pensamos en ellas nos deja con la boca abierta pero últimamente se están produciendo casos de mal uso de las mismas como vehículo para las descalificaciones e insultos, también mentiras, que están haciendo reaccionar a los Cuerpos de Seguridad del Estado y también a los jueces. Esto es como disfrutar de la democracia, no hay que contribuir a dar argumentos para un retroceso de las libertades. Por ejemplo, sostengo que no votar el próximo domingo es dar pie a una actitud contra el sistema democrático aunque, por supuesto, reconozco que cada ciudadano es libre de tomar la decisión que estime más oportuna incluida la de la abstención.

 

Me estoy refiriendo al mal uso de las redes sociales. Con motivo del asesinato días atrás de la presidenta de la Diputación de León se dieron casos, bastante, de insultos y malos quereres hacia su figura. Incluso en Galicia dos concejales del PSOE en pequeños municipios cayeron en semejantes manifiestaciones arrepintiéndose, eso sí, al día siguiente y presentando la dimisión de sus cargos; y miren por donde esta tarde me entero que un juez de Cádiz ha condenado a 240 euros de multa a un vecino que a través de twitter amenazó con “degollar” a Francisco Alvarez-Cascos, presidente de Foro Asturias. Ya se que el general secretario despierta pasiones encontradas y no solo en Asturias pero una afirmación de ese tipo es injustificable y bien ha hecho el político asturiano en acudir a los tribunales solicitando castigo para el incalificable ciudadano. Como a Francisco Alvarez-Cascos la sanción le sabe a poco a través de su abogado ha recurrido ante la Audiencia Provincial de dicha ciudad.

 

Lo cierto es que si no lo veo no lo creo. Un cartel anunciando una velada de boxeo para el día 6 en el salón Covadonga del hotel de la Reconquista patrocinada por el grupo Melia a punto de irse como gestor del mítico establecimiento tras renunciar a presentarse al nuevo concurso que por segunda vez -el primero quedó desierto- va a sacar el Gobierno del Principado. Yo de ser miembro de uno de los jurados de los premios Príncipe de Asturias -no se cual se reunirá el día de la velada- me andaría con cuidado no vaya a ser que me cruzase por uno de los pasillos con Aitor “Diamante” Nieto, campeón del mundo latino WBF y bicampeón de España, que será la estrella de la velada.

 

Por supuesto que no tengo nada contra el boxeo, todo lo contrario, creo que es un deporte a revitalizar en nuestro país, pero en este momento de transición en que se encuentra el hotel de La Reconquista no me parece lo más oportuno tal acto deportivo. Además la empresa propietaria, HOASA, de las que son accionistas mayoritarios el Principado y Cajastur a través, por supuesto, de Liberbank, no tenía conocimiento de tal celebración. Ultimamente han vuelto a celebrarse veladas de boxeo en Asturias. En Trubia, en Oviedo y en Gijón, y con éxito de público aunque ya quedan muy lejanos aquellos tiempos en que siendo un crío me llevaban a ver boxear a Caldueño en un destartalado local al fina de la ovetense calle de Covadonga. O los tiempos en los que el hoy delegado de Gobierno Gabino de Lorenzo era presidente de la Federación Asturiana de Empresarios. O de las veladas en las que intervenía el ex diputado Antón Saavedra o el ex presidente del Real Oviedo Eugenio Prieto. Incluso de aquella pachanga que organizó el ayuntamiento de Oviedo en el palacio de los deportes en la primera etapa de Gabino de Lorenzo como alcalde y en la que hizo que boxeaba el famoso actor norteamericano, entonces ya fofo y  envejecido, Mickey Rourke, protagonista del film erótico “Nueve semanas y media” con Kim Basinger.


No es la primera vez que opino que la Administración autonómica no lo está haciendo bien respecto al hotel más emblemático de la región, dicho sea con respeto a todos los demás. Mejor hubieran ido las cosas para el mismo si se hubiera autorizado un casino en sus instalaciones tal como pretendió el financiero asturiano Blas Herrero hace años, pero la idea se desechó y luego vino la crisis que frenó las expectativas a los inversores en el mundo del juego. La verdad es que los últimos años de gestión del hotel de La Reconquista por el grupo Melía han sido malos, con personal descontento que además es de HOASA, no de Melia, además de unas obras absurdas como la nueva cafetería que se cargó un bonito salón y parte del patio central, el cierre del bar americano y un abandono en las habitaciones y salones verdaderamente lamentable. ¡Ay! si su promotor, el de este magnífico hotel antaño hospicio, el prócer José López Muñiz levantara la cabeza. De verguenza volvería inmediatamente a esconderla.

 



Dejar un comentario

captcha