Penalty y expulsión

Miguel Blesa, a principios de abril, pocos días antes de declarar contra el juez que le encarceló, Elpidio José Silva, cogió sus hábitos más llamativos y se fue cuatro jornadas a la casa del cónsul español en Londres -propiedad del Reino de España, según el Registro- acompañado, dicen, de su nueva esposa.
El cónsul, Rafael Jover, que hizo de anfitrión y guía turístico procuró que al "ilustre invitado" no le faltase de nada y que pudiera "cargar pilas" para afrontar la inminente comparecencia en los juzgados madrileños.
Ayer saltó la noticia de la escapada de fin de semana a Londres del ex presidente de Caja Madrid imputado en el caso de las participaciones preferentes, y ,casi al mismo tiempo, se supo que la Caja madrileña había dedicado 900 millones de euros para devolver el dinero metido en preferentes por inversores a los que, por su importancia o relación, no se les podía defraudar. Mientras, como se sabe, el cliente de a pié sigue robado, engañado, maltratado y atrapado.
El Reino de España -todos los españoles- gastó en el año 2009 unos 11 millones de euros para adquirir la casa en la que actualmente vivía Rafael Jover. El cónsul de España en Londres presentó ayer su dimisión al transcender la noticia del acogimiento caritativo y hospitalario al "prestigioso" personaje, Miguel Blesa. Dimisión aceptada.
Como diría mi amigo, el ex árbitro internacional Manuel Enrique Mejuto: ¡No me jodas, Rafa!



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