Llevaba un par de semanas sin asomarme a esta ventana. La verdad que unas veces por pereza (las más) y otras por no saber como expresar lo que realmente quisiera transmitir. Dejaba pasar los días sin más. Mi entorno, con los que comparto no solo horas de tajo, sino las otras que se complementan para cerrar el día, comenzaban a atiborrarme de preguntas sobre el silencio de estos días. Solo les decía que mi musa me había puesto los cuernos, vamos que se había ido con otro. Se reían, pero no colaba.
Bueno, amigos de nómina y de barra. Ahora, que os acabo de dejar y que aún llevo casi sellados los labios de los callos que acabamos de cenar en el "Rte. Pinchín" os debo confesar esto: Hace un tiempo (unos meses) le dediqué un articulo a mi madre (80 aniversario) y es el día de hoy que no para de machacarme nunca me lo perdonó. Y como aún, están calientes los 80 de mi padre -me dije, paso- vamos que ni una línea. Resulta, que tampoco acerté, me reprocha y creo con razón de que "para ella, si (por mi madre) y para él...rien de rien".
Como tengo mis prontos, me dije a tomar por el ano. Paso, no escribo (+). Os voy, contar algo que me sucedió dentro de mi dulce hogar cuando era bachiller.
Estaba viendo un partido por la TV con mi padre (en blanco/negro) para situarnos en los años de emisión, solo recuerdo que uno de los equipos era el Betis (podría inventarme el rival, pero...) no tiene importancia, el caso es que en la primera parte, me pregunta: "El 8 quién es?" le doy toda clase de detalles, no solo el nombre sino dónde había estado antes de aterrizar en el equipo verdiblanco. Claro - me responde - con cierto reproche, esto lo dominas de cine, mejor estudiaras lo que te corresponde. Y eso, que nunca tuve un suspenso en todo el bachillerato. Llegó, la segunda parte del mismo partido. Oye - Cuqui - quién es ese que está calentando y (lo sabía de sobra) pero, le dije: "No sé quién es". A lo que respondió: " Lo que intuía, no tienes ni idea de nada ".
La verdad, así son las cosas familiares. Mira por dónde, indirectamente hablé sobre ambos sin mencionar sus nombres. La red ya se encargará de inmortalizar estas líneas. Voy como el que no quiere la cosa a soltar y dejar caer algo sobre Facebook. Cada día me arrepiento mas de pertenecer a esta telaraña, pero no hay vuelta atrás. En estos años (3) solo hice 35 amigos y no voy aumentar la plantilla, pido perdón públicamente a los que me solicitan compartir amistad. No es un rechazo frontal, es que nunca debí estar dentro. Menos mal que no estoy en twitter.
Hoy, me desnude ante Uds. El por qué del mutis, mis pormenores familiares, y sobre el perfil/huella que estamos dejando en este mundo cibernético que no hay forma de borrar. Nada más amigos, mañana todo esto tendrá vida propia.