Tras largas y en algunos momentos tensas reuniones en HUNOSA la dirección y los representantes de los trabajadores han llegado a un acuerdo para el plan y convenio colectivo 2014/2018. Dos circunstancias ha provocado que las partes se avengan a un acuerdo. Por parte del accionista, la SEPI que preside Ramón Arregui, las órdenes recibidas del ministro Cristóbal Montoro de aflojar algo la asfixia que se pretendía para la compañía, han sido cumplidas ya que de este mes hasta el 2016 el Partido Popular deberá pasar por las urnas varias veces -europeas, autonómicas, municipales, generales…- y mantener abierto un conflicto con los mineros de la empresa pública en Asturias no sería bueno ni para el gobierno ni para el partido, y por otro, la actitud dialogante y sensata de los sindicatos conscientes de la poca fuerza que tienen en un sector que ha venido a menos y así va a continuar, quemados todos como quedaron hace dos años en el último conflicto.
El caso es que, en definitiva, este acuerdo supone una nueva vuelta de tuerca hacia la desaparición de la minería en las comarcas centrales asturianas ya que no solo no se crearan nuevos puestos de trabajo sino que unos 800 se perderán, eso sí, por el método no traumático de la pre jubilación. De los seis pozos que hoy tiene HUNOSA en el 2018 solo quedarán en funcionamiento tres: Carrio, María Luisa y Nicolasa por lo que a la siguiente negociación, apaga y vámosnos. Por supuesto que el acuerdo está envuelto en buenos deseos como acometer una nueva diversificación en las comarcas, potenciar los temas medio ambientales, si se puede, volver a la explotación de carbón a cielo abierto y la no privatización de los catorce economatos que, según mis noticias, van a pasar a ser gestionados por la compañía filial SADIM. Como alabo la actitud de los sindicatos debo hacerlo también con la presidenta de la compañía, la ingeniera de minas Teresa Mallada, que ha aguantado muy bien el tipo y a la que, me consta, a no mucho más tardar la dirección de la SEPI la recompensará con otro cargo directivo en una compañía pública. Claro que si echo la imaginación a volar no deberíamos de perder la posibilidad de que esta técnica allerana, ex concejala del ayuntamiento de Aller, pudiera optar por la vía política a la presidencia de Partido Popular de Asturias, máxime si el camino de la actual titular Mercedes Fernández sigue complicándose, cada vez es más comprometido para su partido, un tanto adormecido en el Principado, sin la crisis de Gijón resuelta y con varios barones, y baronesas, disconformes con la dirección de la abogada gijonesa cuya principal persona de confianza hoy por hoy es el diputado Luis Venta.
Arreglada la negociación en HUNOSA creo que la minería asturiana debería de tener un detalle solidario con sus colegas turcos en una de cuyas explotaciones acaban de perder la vida 300 trabajadores. No hubiera estado de más, por ejemplo, haber ofrecido a la centenaria Brigada de Salvamento Minero por si hubiera sido necesaria su actuación. Por otra parte los administradores concursales de la explotación que tenía el hoy por hoy desaparecido Victorino Alonso en Cerredo, en el suroccidente asturiano, se han decantado por el empresario lavianés Rodolfo Cachero para adjudicare la misma, con el visto bueno de los trabajadores. Así Cachero volverá a ser empresario minero, tras haber cerrado añós atrás su explotación hullera en Aller, esperando cumpla ya que, la verdad, los mineros y sus familias de Degaña bien machacados han quedado tras el largo conflicto sufrido en la citada mina del leones Victorino Alonso en la que han estado once meses sin cobrar.