El Partido Popular continúa anonadado por lo ocurrido ayer en León y con buen criterio en mi opinión el debate en TVE 1 entre Miguel Arias Cañete y Elena Valenciano previsto para esta tarde ha quedado pospuesto hasta el jueves. El suceso de ayer es extraño, sórdido y además cometido por dos militantes del propio PP. Una venganza personal con connotaciones laborales relacionada con una ingeniera de telecomunicaciones, o sea, que el nivel de la familia -el padre es comisario jefe de la Policía Nacional en Astorga- es medio alto. Creo que es un tema para los psiquiatras trabajen a fondo en este asunto de odio y venganza en el que ha perdido la vida, muerta a tiros por la espalda y en plena calle, Isabel Carrasco, presidenta de la Diputación leonesa y del Partido Popular en aquella provincia. La verdad es que el país quedó conmocionado y todos los aspirantes al parlamento europeo, excepto los vascos de Bildu, interrumpieron la campaña que hoy de nuevo comienza más bien a ralentí.

En Asturias más que en la campaña que no parece calar en la sociedad la actualidad se centra en la figura de Angel González, todavía portavoz de Izquierda Unida en la Junta General del Principado, condenado por los tribunales a siete años de inhabilitación para cargo público por prevaricación administrativa. Ayer tarde hubo cumbre de IU en la sede de Oviedo, a la sombra de la catedral, en cuya plaza tienen el piso, alegrándome ver a un recuperado alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez, quien, tengo la sensación a pesar de lo que diga ahora, dentro de un año volverá a ser candidato a la alcaldía de la villa de Teodoro Cuesta. La presión de los barones de IU han obligado al coordinador general Manuel Orvíz a pedir a Angel González que dimita del parlamento asturiano con la promesa de mantenerle como secretario de organización en el seno de la coalición. A su vez esta misma mañana los servicios jurídicos de la Junta han dictaminado que a la vista de la sentencia Angel González debe abandonar su escaño, pero el lavianés, de momento, está enrocado y se niega. Su postura creo que es más cabezonería que otra cosa ya que Angel González no necesita, como el mismo manifestó ayer, de sus cargos políticos para vivir ya que es funcionario por oposición pero su intenso convencimiento de no haber hecho nada ilegal le está colocando en una incómoda y absurda postura que, por supuesto, va a acabar con su carrera política. Tiene razón el coordinador general de IU en Oviedo y concejal Alejandro Suárez de que hay que pasar página rápidamente y reengancharse a la campaña electoral que los días pasan volando y el 25 de mayo está a la vuelta de la esquina. De todas las maneras esto va a dejar secuelas importantes e imprevisibles en IU de Asturias.

Si hay alguien que lleva muchos días pateando Asturias en busca del voto para Europa es Carolina Morilla, número dos de la candidatura de Foro Asturias, y una de las políticas asturianas con buen futuro si el partido de Francisco Alvarez- Cascos aguanta. Con el gobierno de general secretario fue directora regional de minería -cargo que en su día desempeñó el mismísimo Javier Fernández- y defiende a ultranza el carbón. Funcionaria del ayuntamiento de Aller Carolina Morilla es incansable y todos los días se echa a la espalda dos o tres mítines. Me gustaría saber como andamos por esos pueblos de Asturias de asistentes a los distintos actos de los partidos en la campaña electoral que nos ocupa. Hace años, cuando Adolfo Suárez fundó el CDS, uno de sus valedores en Asturias y candidato al Senado, el añorado Federico Alonso Villalobos, programó un mitin en Teverga, en uno de los bares de la localidad. Allí se presentó con al sorpresa de que solo había un parroquiano tomándose un vino. Espero la media hora de rigor y como no apareció nadie más Villalobos ni corto ni perezoso se sentó frente al paisano en cuestión diciéndole: “He venido a dar un mitin y usted me va a escuchar” soltándole a continuación el rollo que traía preparado. El paisano no abrió la boca hasta el final y cuando el candidato terminó le dijo tranquilamente: “Gracias por el vino, amigo, habla usted muy bien, pero soy de León y además voto al PP”. Y es que buscar votos a pie de obra no es fácil, no.