Estoy seguro que los reivindicativos sindicalistas del Naval Cándido González Carnero y Juan Manuel Martínez Morala quedaron sorprendidos cuando fueron convocados con urgencia al despacho del presidente del Principado. Francisco Alvarez-Cascos les había prometido durante la campaña electoral una audiencia para conocer de su boca la problemática del naval en Gijón. En una intensa mañana también recibió a los representantes de los trabajadores de Venturo XXI y de Alas Aluminium, dos fracasos empresariales en la cuenca del Nalón y en los que el anterior gobierno de Asturias tuvo mucho que ver. Estoy seguro que los dos combativos sindicalistas jamás habían pisado la moqueta del jefe del Ejecutivo asturiano. José Manuel Rivero, consejero de Economía y Empleo, no solo quedó en buscar inversores que puedan reflotar estos galeones empresariales hundidos durante la anterior legislatura, sino que se comprometió a llamar a su antecesor, el socialista Graciano Torre, para que le informe de por donde iban los tiros de unos nuevos inversores que anunció pero que al final nunca concretó.
No se cual será el arca perdida de Asturias pero está más que claro que Francisco Alvarez-Cascos y su equipo han comenzado su búsqueda. Espero que no haya nada que airear debajo de las alfombras dejadas por la anterior Administración pero no estaría de más, cuando sea posible, un pronunciamiento público del nuevo presidente sobre que es lo que ha encontrado en los cajones, si es que ha encontrado algo. La verdad es que si el nuevo equipo es capaz de una cierta recuperación de Alas Aluminium y Venturo XXI habrá que aplaudir con la boca abierta pero los milagros en política no se suelen dar aunque la esperanza, las que tienen los trabajadores de esas compañías que han perdido su puesto laboral, no debe perderse.
Tengo curiosidad también sobre cuando y con que motivo hará su primer viaje oficial a Madrid Francisco Alvarez-Cascos. Supongo que habrá dado órdenes al vice consejero de de Infraestructuras Juan Vega para que marque de cerca a Pepiño Blanco, del que me cuentan en Galícia que cuando visita su pueblo natal, Ferreira (concejo de Palas de Rey), dice a quien quiera escucharle que su ilusión en el futuro es llegar a ser presidente de la Xunta. Cuando venía hacia Portonovo comprobé una vez más que apenas se trabaja en los tramos aún no finalizados de la autovía del Cantábrico. Alguna máquina suelta, unos operarios, pocos, desperdigados… La misma impresión tuve, y la obra es de la Administración asturiana, el otro día viniendo de La Pola hacia Oviedo y es que los trabajos de construcción de los enlaces de la autovía minera con la de Villaviciosa registra muy poca actividad. Algo parecido está pasando en el tramo Unquera-Llanes, tramo dependiente del ministerio de Fomento. en donde a lo mejor, en un rincón de la recientemente descubierta cueva prehistórica, se encuentra el arca perdida. Sería un buen trofeo para el despacho del consejero de Cultura y Deportes, pero menos, Emilio Marcos Vallaure.