Acabo de dejar en el portal al senador Isidro Fernández Rozada quien ha tenido la amabilidad de darme dos fotografías que nos hicimos hace años en un acto cultural en la playa de La Griega en Colunga cuando abro el ordenador encontrándome con la brutal noticia de que acaban de asesinar en el centro de Léon a Isabel Carrasco, presidenta del Partido Popular y de la Diputación provincial, parece ser que a tiros por una mujer buscada en este momento por la policía. Tremenda noticia que me encoge el corazón y sin poder aún analizar el por qué de esta tragedia me hace pensar en que consecuencias tendrá para la campaña electoral en la que está inmerso el país aunque supongo que el debate televisivo por TVE 1 entre Cañete y Elena Valenciano previsto para mañana quedará suspendido.
Isabel Carrasco era una de las políticas más influyentes del Partido Popular con la que hace años tuve ocasión de compartir una reunión sobre el futuro de la minería en el Hostal San Marcos, sector del que era ardiente defensora. De personalidad fuerte y hasta controvertida en algunas decisiones como máxima representante de la Diputación, tenía prestigio y convicciones firmes representando, sin duda alguna, una línea dura e intachable de la derecha española como una de las principales dirigentes del PP aque era en una provincia en la que desde siempre dicho partido ha contado con mayoría absoluta.
Si poder entrar en valorar el por qué de esta barbarie no cabe duda de que el asesinato de Isabel Carrasco va a condicionar la campaña electoral al parlamento europeo. En estos momentos, por tanto, creo que debemos solidarizarnos con su familia y con el Partido Popular, en definitiva con toda la familia política española, que acaba de sufrir un mazazo inesperado, cruel e insensato.