Los asturianos, de verdad, no tenemos arreglo

Ya se sabe, en época electoral siempre ocurren dos cosas: los primeros espadas de los partidos políticos se acuerdan de visitar Asturias tras no haberlo en muchos casos ni una sola vez a lo largo de la legislatura y también todos, además de meterse unos con otros, prometen a la ciudadanía a cambio de su voto una Arcadia que jamás hallamos y que nunca se concreta una vez pasados por las urnas. Con tanto mitin es fácil que al candidato se le caliente la boca y quiera hacernos ver que los podencos se convertirán en galgos si ganan pero nunca ocurre, todo lo contrario. Si ocurre que los partidos en el poder, bien a nivel estatal, bien a nivel autonómico, a medida que se acercan las elecciones suelen ser dadivosos con el pueblo, en la medida que la crisis y los presupuestos lo permiten, aflojando las riendas de negociaciones duras o decisiones drásticas cuyo objetivo es aplicar a rajatabla recortes y más recortes.

 

El mismo gobierno de Mariano Rajoy, sabedor del pesimismo que distribuyó entre los 46 millones de habitantes de España, ha cambiado la música y apoyándose en farragosos y ambiguos datos habla de recuperación y salida de la crisis. Y es que desde ahora hasta el 2016 los partidos en España tienen cuatro grandes finales que jugar: La del 25 de este mes, elecciones para el parlamento europeo; las del mayo del 2015, elecciones autonómicas y municipales y la del 2016, elecciones generales. El descontento social y económico empieza a reflejar en las encuestas que el bipartidismo, PSOE y PP, tanto monta monta tanto, corre peligro con la emergencia a superficie de partidos pequeños o marginales. No es que a la vuelta de la esquina el bipartidismo se vaya al traste, no, pero si empiezan a parecer fisuras en el edificio tal como días atrás reconocía el líder de la coalición Izquierda Unida Cayo Lara -captado en medio plano tiene un aire a Víctor Manuel-. No se si Cayo Lara visitará Asturias antes del próximo día 25. La tensión en IU de Asturias sube enteros cada hora y solo una dimisión, hoy mejor que mañana, de su portavoz en el parlamento asturiano Angel González, inhabilitado por los tribunales para el ejercicio de cargo público durante siete años, serviría como antibiótico a la neumonía que le ha entrada a la coalición, pero, ya lo saben, no hay político que quiera bajarse de la piragua. Creo que en estos casi 40 años de democracia solo conocí a uno: Gerardo Iglesias.


Como el PSOE no anda muy sobrado en las encuestas no puede quedarse quieto, con una candidata como Elena Valenciano cuyo tirón es escaso, por lo que debe intentar contentar al ciudadano en lo que pueda. Supongo que por ahí va el gesto de la consejera de Bienestar del Principado Esther Díaz que tras protestas y embrollos ha decidido perdonar a las familias de los dependientes el dinero no pagado desde el pasado mes de junio y que en un principio se les iba a reclamar ya. Me alegro por las familias afectadas pero no olvidemos que esos casi dos millones de euros que hora se condonan se nos debían a todos los asturianos, no a la consejera en cuestión.

 

Cada eurodiputado que elijamos el próximo día 25 ganará 8.020 euros al mes más dietas y viajes en primera clase. En su momento hasta el hoy cabeza de lista de UPyD Francisco Sosa Wagner se opuso a viajar a Bruselas en clase turista. En la practica por culpa de seguros, cotizaciones y otras cuestiones, al eurodiputado los 8.020 euros le quedarán en dinero contante y sonante durante cinco años en 6.250 euros al mes. Lo siento por Antonio Masip, rico por familia y por su antiguo trabajo de abogado, alcaldía aparte. Pero el hijo de don Valentín no se va a quedar quieto en su despacho, ni mucho menos, y luchará en las primarias por ser nominado de nuevo para alcalde de la ciudad aunque para dicho cargo el sanedrín socialista ya tiene decidido que sea Antonio Trevín. Al final Masip será diputado regional y continuará dado guerra desde la calle Fruela, a pocos metros de su domicilio, en favor de la izquierda oficial asturiana. Claro que es una de estas va y desbanca a su colega Vicente Alvarez Areces del Senado por decisión de la Junta General del Principado. Las grietas en los dos grandes partidos hace que los nervios afloren.

 

Prometan lo que prometan nuestros políticos Asturias continúa con muchos frentes abiertos. La privatización del hotel de La Reconquista, la liquidación de SEDES, la venta de las antiguas sedes en Madrid y Bruselas, el tren con la mesa que nunca existió, los sobrecostes de El Musel, la defensa del carbón del que a priori todos se consideran ahora salvadores cuando el sector tiene ya casi todo el cuerpo enterrado en el caxón, etc. Por cierto, veo que ha vuelto a aparecer en público el polémico empresario Rodolfo Cachero que quiere de nuevo convertirse en empresario minero y opta a la compra de una empresa concursada en el occidente de Asturias. Sigue con esa Tele Asturias que da grima. Los asturianos, de verdad, no tenemos arreglo.



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