Hoy, porque el impacto publicitario lo estoy sufriendo todavía, les contaré que leí en Facebook este anuncio: “25 millones de mujeres te esperan”. Inmediatamente la imaginación se me disparó y me vi en mitad de 25 millones de mujeres gritándome su enfado por no haberme acordado de sus cumpleaños, de nuestros aniversarios de boda, de mis promesas incumplidas, de no tener nunca el detalle de regalarles flores, bombones, joyas, viajes en cruceros, vestuario nuevo; exigiéndome inmediato cumplimiento sexual y, lo peor de todo, trayendo a mi presencia 25 millones de aterradoras suegras de esas que ni vestidos de príncipes azules tragan a sus yernos.
Mi primera reacción ha sido un exagerado alzamiento de mi pelo hasta la verticalidad absoluta, una metamorfosis pilosa capilar que ha cambiado el azulino habitual de mi raquítica melena y lo ha pasado al más puro blanco plenilunio.
De momento estoy tratando de recuperarme de todo lo anterior con un método que he adquirido. No sé si lo conocen. Se titula: “Consiga ser escandalosamente feliz en sólo 10 lecciones”. Para los curiosos les avanzaré la primera lección: “Empiece usted por ser millonario…”