La Edad Media duró casi mil años. Mil. Desde finales del V a finales del XV. Su leyenda negra procede de la historiografía posterior, del Neoclásico -que reivindicaba la antigua Grecia, la imperial Roma-, y de la Revolución Francesa, donde Antiguo Régimen fue identificado con el feudalismo. Y sin embargo, en estos años:

-Surgen nuevas formas políticas y de organización territorial: Monarquías feudales, Califatos, Reinos de Taifas, Imperios cristiano y bizantino, Ciudades estado o episcopales, villas burguesas, capitales de realengo.

 

-El arte evoluciona de la medida humana en el prerrománico y románico a la medida celestial en el gótico, a los que hay que añadir el arte islámico –mudéjar, andalusí, normando..- y bizantino.

-Nacen la burguesía, los burgos y villas frente a la aldea, nuevos asentamientos se fortifican y crecen alrededor de castillos, en los puertos de río y mar.

-Los antiguos caminos romanos, recorridos por  un flujo incesante de homo viator (hombres y mujeres mercaderes, peregrinos, estudiantes, trovadores, goliardos, guerreros…) se arreglan para permitir el paso de los viandantes: es el tiempo de la Repoblación española y europea, migran pueblos enteros, siguen migrando desde la Prehistoria, sin encontrar enfrente muros, concertinas ni en el campo puertas…

Frente al tópico de una Edad Media oscura,  mortandad y barro, les ofrezco una nueva visión: una Edad Media rica, global, moderna, revolucionaria, innovadora… ¿Y la mujer? Olvídense de tópicos. La quema de brujas en la hoguera es un producto de la Inquisición, renacentista. El derecho de pernada un tributo convertido en leyenda negra. 

En el Medievo, la mujer habita en igualdad de facto, su problema es de clase más que de género. Si es pobre, su vida será tan miserable como la de un hombre. Si es rica, noble o abadesa, vivirá mucho mejor que ellos, libre de las guerras, reina y señora administradora de señoríos y haciendas, dueña y transmisora de la cultura. Puede ser reina, ahora no, no le digo más…

La mujer compra, hereda, dirige un negocio, monopoliza determinados oficios relacionados con el comercio-textiles, confección, comercio, alimentación, hostelería-.  Hasta que Las Partidas, el Libro de las Leyes, recoge el Derecho Romano, donde la mujer está sometida a tutela perpetua y ya no levantaremos cabeza hasta la Revolución Industrial (cuando la mujer vuelve al tajo) y los escasos años de la República, donde recupera parte de sus derechos...para volverlos a perder durante la Dictadura, y ganarlos, por poco tiempo.

Ahora toca de nuevo volver a luchar por ellos.

PD: Me lo pasé tan bien en el Parador Monasterio San Pedro de Villanueva, en Cangas de Onís, como pueden ver en el vídeo obra de Agustín, que no se van a librar de que se lo cuente (en síntesis y con comentarios)