Revalorización por regeneración

Estos días en el Congreso de los Diputados se están produciendo una serie de comparecencias de diversos expertos con el fin de plantear propuestas para una regeneración democrática. Uno de los ponentes, Benigno Pendás, Director del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales (Centro dependiente del Ministerio de la Presidencia) cree indispensable un gran pacto contra la corrupción y considera que es el momento de abrir un debate sobre el sueldo de los políticos -que el piensa que es escaso- y su relación directa con la llamada "puerta giratoria", es decir: la inmediata colocación de todos los políticos españoles, con espléndidas retribuciones, en el sector privado al dejar el sector público.
Es un hecho el desafecto creciente que los ciudadanos de a pie sienten hacia la casta política gobernante, cada vez más alejada de sus votantes, con cientos de casos de corrupción en sus filas y sin ningún empeño en mostrar, aunque fuera mínimamente, una clara intención de cambio. Como dice el refrán: "de esos mimbres estos cestos". Una joven democracia como la española está perdiendo agua por todos los sitios consecuencia del uso partidísta y particular que de ella, en beneficio propio, están haciendo quienes tendrían que ser los primeros en dar ejemplo. Es triste, pero casi acabamos de empezar la andadura, después de décadas de dictadura, y ya necesitamos una regeneración democrática.
Primera propuesta del Director del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales,Benigno Pendás, que además no difiere de las pretensiones de los grandes Partidos: "un gran pacto contra la corrupción". Y uno se pregunta, ¿por qué hay que hacer un gran pacto contra la corrupción?. ¿No sería todo más simple si con la Constitución en la mano se aplicase la Ley (suponiendo que quede algún juez independiente) y quién la haya infringido directamente a la trena?. Claro que, a lo peor, la cosa no es tan sencilla con los miles de aforados que hay en esta prostituida España.
Segunda propuesta de Benigno Pendás: "revisar el escaso sueldo de los políticos". Muy bien. Un país con seis millones de parados, con un índice de pobreza creciente, con una reforma laboral aprobada recientemente por la mayoría absoluta del Partido Popular y que consiente casi la esclavitud del trabajador, con sueldos que no permiten a las familias llegar a fin de mes, un país en donde el Salario Mínimo Interprofesional (si se trabaja la jornada completa) es de 654 euros mensuales, y en el que sus políticos más represerntativos vienen percibiendo un sueldo de un mil por ciento superior a ese Salario Mínimo, ese país, el nuestro, para evitar corruptelas de "alta gama" y "puertas giratorias", ¿aún tiene que pagar más a sus políticos?. ¿En qué precio tienen su honradez y su dignidad estos personajes?.
Parece que lo que se pretende es conseguir una revalorización de sus emolumentos poniendo como escusa una regeneración democrática, democracia que ellos mismos, con sus actuaciones, se encargaron de pervertir.



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