Ayer te nos fuiste!!, cuando me enteré de que ibas a venir, se me cayó el mundo encima, ¡¡otro más!!!, más trabajo, más agobios, más apretones!!!!!, eso pensó mi cabeza egoísta, que ingrato soy!.

A pesar de los tesoros que tengo, ¿como es posible que se me haya caído el mundo encima?, si cuando los miro, veo que no puede haber mayor felicidad, mayor riqueza.

Hoy que ya veo la realidad de que no vendrás, siento una de las mayores tristezas que se pueden tener, una profunda tristeza y también sentido de culpabilidad, impotencia... Las lágrimas asoman mis ojos con la intención de caer por las mejillas, pero, aunque el dolor está ahí, me resisto a que suceda en público. Aún no tenías formado tu cuerpo de personita, pero ya estabas ahí, esta vez no pudieron hacerte las fotos que guardamos con tanto cariño de tus hermanos, ni ver como te chupabas los deditos, pero saber que estabas ahí despertaba ya nuestra ilusión.

Un pequeño renacuajo en camino que se queda en el limbo, porque no dudo de que estarás ahora ahí intercediendo con tus otros hermanos por nosotros, ese es mi consuelo, aunque me hubiera gustado poder conocerte.

En casa ya nos "peleábamos" poniéndote nombres: si es chico..., si es chica..., la ilusión de todos ya empezaba a crecer contigo, el nombre ahora era lo de menos, no dudo de que crecías, te ibas formando y a tu manera respirabas, que nadie me venga a decir que no eras parte de mi vida, parte de nuestro ser, un ser humano más, pero de repente y sin saber porqué todo se paró y nuestra ilusión se murió contigo.

Hoy, sentado en la sala esperando a que te saquen del vientre que te estaba cobijando, siento que una parte muy pequeña, pero grande de mi vida también sale de mi de alguna forma.

No podrás nunca leer esto que te escribo, pero estoy convencido de que algún día te lo podré decir a ti, aunque tendré primero que pedirte perdón, porque cuando tu madre me dijo que venías en camino no te quise, el sentimiento no duró mucho, pero cuando empecé a quererte te fuiste.

Sin estar, ya me has enseñado la lección de que si otro hermano viene tras de ti, sabré quererlo desde el principio, porque desde el principio eras y serás.

@tonitunon